Iván Tovar todavía, una vez más, siempre… En Santo Domingo está sucediendo el mismo fenómeno que en otros países, dueños de muchos grandes artistas, pero donde uno sobresale y casi se convierte en un símbolo. Sobran nombres y ejemplos. Aquí, Iván Tovar continúa sobresaliendo -tal vez fue Jaime Colson el precedente, pero eran otras circunstancias y épocas-.
Millones de transeúntes han pasado delante de la magna Silla adulta en Times Square.
Aunque no es un público conocedor ni informado, al menos la vieron, no pocos la retrataron, y ciertamente ninguna obra dominicana se había exhibido públicamente en un lugar de tanta frecuentación… Tampoco se le descarta un porvenir sobresaliente en otros lugares y metrópolis aún.
Ahora bien, la puesta en circulación del libro-catálogo “Tovar retrospectivo”, en el Museo de Arte Moderno fue un acontecimiento en su categoría.
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Los miembros presentes de la Fundación Iván Tovar – increíblemente activa y eficiente- tomaron la palabra: Daniela Tovar-Castillo, Héctor José Rizek, Isaac Rudman, María Castillo –gestores-, Lilian Carrasco -investigadora-. La íntima convicción se matizaba entre emoción y fervor. Cada orador trataba el tema “tovariano”, acorde con su especialidad y su papel. Único participante externo, Orlando Isaac expresó su rol de curador y diseñador.
Nos agradó mucho cómo todos hicieron “revivir” la exposición ‘Tovar Retrospectivo”–, la más contundente que el Museo de Arte Moderno ha presentado en su historia-. La inmensa cantidad de piezas -pinturas, esculturas, dibujos, grabados, con textos, testimonios y fotografías incluidos, pudo exponerse gracias a una museografía experta. Y, virtud esencial fue la preocupación educativa, la integración de los niños- encantados- en talleres. Se destaca el aporte de María Castillo, escenógrafa y directora teatral.
Ahora bien, lo que imperó fue una labor de equipo, “mancomunada” y así señalada unánimemente, que hasta pudo vencer los imperativos del tiempo, en la exposición y en la realización del catálogo.
El catálogo-libro
Los catálogos tienen cada vez más importancia en las grandes exposiciones, todavía impresos, ¡Aunque su frustradora versión QR llegará a dominar! Los libros de arte, con textos para una élite especializada no abundan. Entonces, los catálogos llegan a ser una simbiosis, conllevando textos precisos e investigaciones, con una abundancia de ilustraciones, lo que permite no solo reconstituir la muestra, sino reconstruir la vida profesional del artista. Hermosos y voluminosos, se consultan y conservan… En nuestro país, los producen casi exclusivamente los sectores privados y bancarios, que también suelen patrocinar las publicaciones oficiales.
El catálogo “Tovar retrospectivo” es una joya, empezando por su portada que solamente lleva la exquisita reproducción de un cuadro del 1972, “Pointe et boule” (Punta y bola). Cuando lo descubrimos fuera de su cofre, nos estremecimos y lágrimas de emoción afloraron.
Pero, más allá de su belleza física – que incluye la calidad de los materiales- cartón y papel, páginas sublimes en el color, impecablemente cosidas, están la estructura y el contenido. Dejamos el diseño sin par… para el final.
Nuestros comentarios serán muy breves – por razones de espacio-, y ojalá se dedique una sesión especial a sus análisis y enfoques.
Los textos, numerosos, cortos, invitan a la lectura, a la vez distintos y unidos -en amor y admiración-. Por cierto, María Castillo brindó tanto el relato de la organización y la atención a los jóvenes como a la “mise en scène”, recursos escenográficos, exaltación de textos, objetos, espacios.
La conferencia de la crítica mexicana Avelina Lesper, un análisis muy personal, se reprodujo integralmente.
Ahora bien, sobresale el enjundioso texto, pulido, metódico y profundo, de la joven Gala Mayi-Miranda. Citamos la primera frase de su último párrafo: “Tovar marcó con su obra la historia del arte moderno dominicano”.
El recorrido cronológico de la vida y la carrera de Iván Tovar es formidable y lo resucita…
En cuanto a las imágenes -fotos tomadas por renombrados artistas del lente-, no nos cansamos de disfrutar la sucesión de las obras.
Nos encanta la importancia atribuida a los dibujos y al dibujo que tanto “amaba” Iván Tovar.
Y el Alfabeto… Y el Bestiario,.. aparecen fantasías mágicas que nadie más ha introducido en el arte dominicano.
Las pinturas, consideradas como la cima de su genio creador, fascinan, perturban, embriagan perceptiva y oníricamente. Quienes adquieran el catálogo tendrán la dicha de una muestra permanente… observando, pese a la constancia surrealista, la evolución de su mundo pictórico e interior. Otra iniciativa a elogiar es que palabras del propio Iván acompañen varios de sus cuadros.
El diseño de Orlando Isaac es glorioso. A Iván Tovar le hubiera conquistado por su esmero y su originalidad.
Coda
Concluimos con unas palabras de Iván Tovar, en 1975, acerca del surrealismo: La chaqueta es algo grande… ¡pero aún le queda bien”.