El Tribunal Supremo de EE.UU. asestó este jueves un golpe a los derechos laborales al permitir a una empresa de hormigón del estado de Washington reactivar un pleito contra un sindicato por los supuestos daños que sufrió su producto durante una huelga.
La máxima instancia judicial del país adoptó la decisión con el apoyo de ocho de sus nueve jueces y con la única opinión de disenso de la magistrada progresista Ketanji Brown Jackson.
El fallo establece que la empresa Glacier Northwest Inc puede seguir adelante con la demanda presentada en una corte estatal de Washington contra el sindicato International Brotherhood of Teamsters (Hermandad Internacional de Camioneros), tras una huelga en 2017 en la que los conductores abandonaron sus vehículos con hormigón húmedo en su interior durante la protesta.
La decisión del Supremo, que fue redactada por la jueza conservadora Amy Coney Barrett, considera que el tribunal estatal estaba equivocado cuando desestimó las alegaciones de la compañía por la posibilidad de que estuvieran en contradicción con la Ley Nacional de Relaciones Laborales (NLRA), la norma federal que protege la actividad de los sindicatos.
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“Debido a que el sindicato adoptó pasos afirmativos para poner en peligro la propiedad de Glacier más que adoptar las precauciones razonables para mitigar ese riesgo, la NLRA posiblemente no protege esta conducta”, indica el fallo.
En su opinión de disenso, Jackson alegó que este fallo “se arriesga a erosionar el derecho a la huelga».
La sindicalista Liz Shuler, presidenta de AFL-CIO, la principal asociación sindical de Estados Unidos, denunció en un comunicado que el Supremo se puso este jueves del lado de las corporaciones frente a los trabajadores.
“Pero cuando se revelen los hechos (…) quedará claro que el sindicato actuó adecuadamente y que la huelga de camioneros estaba protegida por la ley federal”, dijo Shuler.
Recordó que el Supremo ha reconocido “durante cerca de un siglo» que la ley federal ha protegido el derecho a huelga de los trabajadores para que puedan mejorar sus salarios, horario y condiciones laborales.
“Desafortunadamente, la corte (suprema) se basó en alegaciones infundadas en la demanda del empleador de que el sindicato intentó dañar los camiones de cemento cuando llamó a la huelga”, apuntó Shuler.