Sin lugar a duda, la cinematografía siempre ha sido un medio efectivo para educar, informar y entretener a las audiencias. En otras palabras, la cinematografía es una formidable plataforma audiovisual, la cual ha facilitado que millones de personas conozcan determinados eventos históricos y contemporáneos de carácter sociales, políticos, económicos, científicos, humanos, tecnológicos, medioambientales, entre otros.
Cuando la cinematografía es empleada por cineastas éticos y comprometidos socialmente, ésta se transforma en medio masivo de comunicación, a través del cual es posible denunciar y visibilizar hechos, acontecimientos y acciones derivadas de acciones ilícitas, que ponen en alto riesgo la convivencia y la sostenibilidad de las distintas dimensiones de la vida: humana, animal y vegetal. La producción, dirección y realización de contenidos audiovisuales, ayudan a concienciar a los ciudadanos en torno a diversos asuntos sociales políticos y económicos de interés común.
Es muy probable que José María Cabral sea uno de los pocos cineastas dominicanos que ha decidido sumar su talento a la magia de la cinematografía y ponerlos al servicio de buenas causas sociales. Un ejemplo fehaciente de la alta y probada sensibilidad social que tiene este joven cineasta dominicano, es su más reciente documental medioambiental: tumba y quema.
Tumba y quema: un grito por la madre naturaleza, es una narrativa audiovisual que denuncia, orienta e informa acerca del manejo irracional e irresponsable que llevan a cabo determinados personajes con evidente poder económico y sobrado apoyo político, en franco perjuicio de la sostenibilidad de las principales áreas protegidas de República Dominicana, las cuales son imprescindibles para garantizar la permanencia de la vida humana, animal y vegetal.
El cineasta José María Cabral, con el apoyo de la Cervecería Nacional Dominicana y la Dirección General de Cine, visitó los distintos parques nacionales de República Dominicana (Sierra de Bahoruco, Valle Nuevo, Los Haitises, José del Carmen Ramírez y Lago Enriquillo, con el propósito deliberado de conocer y visibilizar la práctica ilícita del “tumba y quema” que se utiliza para aclarar los bosques y luego usarlos para agricultura y ganadería, haciendo que la deforestación sea un peligro inminente para las áreas protegidas del país.
Recuérdese que la Ley General sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, la No. 64-00, tiene por objeto establecer las normas para la conservación, protección, mejoramiento y restauración del medio ambiente y los recursos naturales, asegurando su uso sostenible. Además, establece que los recursos naturales y el medio ambiente son patrimonio común de la nación y un elemento esencial para el desarrollo sostenible del país. También, declara de interés nacional la conservación, protección, restauración y uso sostenible de los recursos naturales, el medio ambiente y los bienes que conforman el patrimonio natural y cultural.
Para José María Cabral: “tumba y quema es un documental que aborda la práctica de talar e incinerar bosque y vegetación para establecer cultivos, y cuando esto se hace dentro de los parques nacionales es alarmante y peligroso. Puede parecer poco importante para las personas que vivimos lejos de los parques, pero nos afecta directamente”.
En tumba y quema, su realizador, el cineasta José María Cabral, muestra con valentía y creatividad las causas y consecuencias que rodean las malas prácticas que se llevan a cabo dentro de las áreas protegidas de República Dominicana. En dicho documental, además, se muestran relatos de distintos expertos relacionados con el medioambiente, sobre los desafíos y retos que tienen los parques nacionales en el presente y futuro inmediato.
Tumba y quema: un grito por la madre naturaleza, documental que quita el velo que cubre las actividades y acciones ilícitas desarrolladas dentro de los parques nacionales dominicanos. Por ejemplo:
- Secuestro de agua
- Falta de guardaparques
- Complicidad de los políticos, funcionarios públicos y empresarios
- Indiferencia de los medios de comunicación
- Violación a las disposiciones de la Ley No. 64-00
- Cultivo inadecuado de aguacate
- Empleo de mano de obra infantil y de inmigrantes ilegales
- Crianza de ganado vacuno
- Entre otras.
De manera sutil y creativa, tumbar y quemar espera respuestas racionales y oportunas a las siguientes preguntas:
¿Qué pasará en el corto y mediano plazo con la oferta y consumo de agua, así como con la sostenibilidad de la biodiversidad en la sociedad dominicana? ¿Por qué las autoridades del Ministerio de Medioambiente permiten que empresarios inescrupulosos realicen actividades agrícolas y ganaderas dentro de las áreas protegidas? ¿Por qué el sector financiero dominicano facilita préstamos a depredadores disfrazados de empresarios agropecuarios, para que tumben, quemen y siembren dentro de los parques nacionales? ¿Cuándo los ciudadanos dominicanos entenderán que los recursos naturales no renovables, son un bien común?
Sin ninguna duda, tumbar y quemar es una narrativa audiovisual que busca llamar y captar la atención de los dominicanos acerca del delito ecológico continuo en perjuicio de la biodiversidad que existe en las áreas protegidas de República Dominicana. En resumen, tumbar y quemar, igual que Isla de plástico (2019), busca visibilizar los efectos negativos que provienen de las redes de complicidad y silencio que se construyen alrededor de los recursos naturales no renovables.
Los hechos y actuaciones de los que siempre han operado al margen de las leyes y normas, son imborrables. En este ámbito, los que destruyen y se enriquecen de manera ilícita, mediante el uso irresponsable e irracional dentro de los parques nacionales, no son los agricultores que tumban y queman para subsistir y tienen una o dos vacas, son los empresarios, políticos y funcionarios gubernamentales que usan sus respectivas cuotas de poder para descojonar el equilibrio de la biodiversidad que se requieren para asegurar la sostenibilidad de la vida humana, animal y vegetal.
El realizador de tumba y quema, el cineasta José María Cabral, construye y cuenta historias reales y cuestionadoras, en las sus principales protagonistas son empresarios, políticos, así como pasados y actuales funcionarios gubernamentales, que siempre han fingido ser decentes, justos y éticos. El cineasta Cabral, no es de los que dicen la verdad solo cuando el miedo y las circunstancias se lo permiten.
Ojalá que los depredadores de las áreas protegidas dominicanas, se animen a ver en YouTube y a reflexionar de manera consciente los relatos que rodean el documental tumba y quema: un grito por la madre naturaleza. En su documental, José María Cabral cuenta historias reales, en las que sus protagonistas principales son empresarios, políticos, pasados y actuales funcionarios gubernamentales que fingen ser decentes, éticos e íntegros.