Nueva York, 28 de abril de 2022.-El Instituto de Estudios Dominicanos de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNYDSI), con sede en el City College de Nueva York en el Norte de Manhattan, anunció hoy que se ha encontrado evidencia documental nueva durante meses recientes que confirma aún más las teorías iniciales producidas por su equipo de investigación al comienzo del año 2021 en cuanto a la ubicación actual del territorio y lugar donde comenzó la primera rebelión antiesclavista negra de las Américas hace quinientos años en diciembre de 1521.

Los hallazgos del CUNY DSI consolidan las inferencias indirectas previas de tipo histórico y lingüístico sobre una zona nor-occidental de la actual Provincia de Santo Domingo como el lugar de la plantación azucarera de comienzos de la época colonial donde el levantamiento comenzó.

La evidencia archivística recién descubierta, contenida –como fue el caso de los datos analizados anteriormente sobre el tema–, en manuscritos del Archivo General de Indias de Sevilla, España, muestra que el primer ingenio Montealegre del virrey y gobernador de La Española Diego Colón, uno de los hijos del navegante Cristóbal Colón, estuvo de hecho localizado en el área formada por las cuencas de los ríos Isabela e Higüero donde ambos cursos de agua se unen en lo que hoy es el noroeste de la Provincia de Santo Domingo, aproximadamente a unos 20 kilómetros de la antigua ciudad colonial amurallada de Santo Domingo junto a la desembocadura del río Ozama frente al Mar Caribe.

Por mucho tiempo en las publicaciones historiográficas sobre el tema se sostenía que esta insurrección de africanos negros esclavizados de América había empezado en el territorio de la cuenca del río Nigua en lo que hoy es la Provincia de San Cristóbal, también a unos 20 kilómetros de la casco antiguo de la ciudad en dirección suroeste.

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La nueva información revela en términos muy concluyentes los siguientes aspectos de la insurrección de 1521: 1) La revuelta comenzó al noroeste de la Ciudad de Santo Domingo en el primero de dos plantaciones o ingenios azucareros que poseyeron en la zona el virrey y gobernador Diego Colón y sus descendientes, no en la zona del río Nigua, como se había entendido en los estudios históricos existentes hasta ahora; 2) La insurrección tuvo un líder esclavo al que los colonizadores españoles reconocieron como su “capitán”, aunque los documentos encontrados no mencionan su nombre individual; 3) Varios pobladores españoles (no solamente uno, como se había entendido hasta ahora) que formaron parte del escuadrón militar que fue movilizado por las autoridades coloniales para sofocar la rebelión resultaron heridos en el combate; 4) Varios de los pobladores más políticamente prominentes de la colonia La Española en ese momento que participaron en la tropa encabezada por Diego Colón para perseguir y someter a los esclavos rebelados dieron años después declaraciones indicando lo muy cerca que, en su opinión, la insurrección había estado de provocar una insurrección masiva de esclavos en toda la región sur-central de la colonia; 5) Los testimonios dados por varios de esos pobladores-colonizadores describieron las acciones rápidas y persistentes del principal combatiente español que enfrentó a los esclavos rebeldes, Melchor de Castro, como absolutamente decisivas en la derrota de los insurrectos; 6) Castro, un funcionario del gobierno colonial de La Española y dueño de hacienda que sufrió una herida grave durante el enfrentamiento, solicitó desde Santo Domingo posteriormente a la Corona española un premio o compensación por su contribución a la supresión de la rebelión, pero la solicitud fue denegada.

Además de los nuevos datos sobre el levantamiento de 1521 en sí mismo como hecho político y militar en ese momento temprano de la colonia La Española, la investigación más reciente promovida por el CUNY DSI ha revelado también aspectos antes desconocidos sobre las plantaciones azucareras o ingenios poseídos por la familia Colón donde empezó la revuelta en las cercanías de la Ciudad de Santo Domingo, la capital colonial de La Española y hoy en día la ciudad colonial más antigua de vida continua de las Américas.

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Los nuevos datos, históricamente únicos porque provienen de declaraciones dadas por numerosos empleados libres, no esclavizados, de los dos ingenios y oficialmente registradas por las autoridades coloniales, muestran claramente que: 1) Ambos ingenios de la familia de Diego Colón estuvieron localizados en las cuencas de los ríos Isabela e Higüero en la zona donde ambos ríos hacen confluencia, al noroeste de las afueras de lo que en 1521 era la Ciudad de Santo Domingo y hoy es la zona noroeste de la misma ciudad que ha crecido considerablemente desde entonces; 2) Los dos ingenios, ambos llamados Montealegre, estaban todavía ambos en pie hacia 1536, y “el ingenio viejo” coexistió con “el ingenio nuevo” al meno durante unos cuatro años; 3) Los dos ingenios estuvieron ubicados a una distancia relativamente corta uno del otro, entre dos kilómetro y medio y cinco kilómetros; 4) El “ingenio viejo” estuvo localizado en una altura del terreno más pronunciada que “el ingenio nuevo”; 5) Los cañaverales pertenecientes a ambas plantaciones eran contiguos unos a otros; 6) Por lo menos parte de los cañaverales adyacentes al ingenio segundo o “nuevo” ( y posiblemente parte de las tierras de “el ingenio viejo” también) estuvieron ubicadas en un nivel del terreno que sufría graves inundaciones debidas a lluvias cuando había huracanes; 7) Hubo un muelle o embarcadero construido a la orilla del río Isabela junto a las tierras del segundo ingenio o “ingenio nuevo” para embarcar y transportar a lo largo del río Isabela el azúcar producido hasta el puerto de la Ciudad de Santo Domingo en la desembocadura del río Ozama.

“Puede ser difícil de imaginar para algunas personas que todavía haya información histórica adicional pendiente de ser descubierta en documentos sobre el mundo humano de las Américas que comenzó con la llegada de Cristóbal Colón, pero la realidad es que existe una considerable cantidad de fuentes archivísticas que no han sido adecuadamente estudiadas o no han sido estudiadas en absoluta, de esa temprana sociedad dominicana, la que empezó cuando europeos, aborígenes caribeños y africanos negros se vieron congregados en las Américas por las fuerzas del temprano capitalismo moderno”, dijo la Dra. Ramona Hernández, directora del CUNY DSI.

“Incorporaremos los detalles de los nuevos hallazgos en una nueva versión aumentada de la monografía del CUNY DSI The Santo Domingo Slave Rebellion of 1521 and the Slave Laws of 1522 que escribió el investigador Anthony Stevens-Acevedo,” dijo la Dra. Hernández, “pero quisimos compartir con el público inmediatamente el entusiasmo provocado por este nuevo descubrimiento archivístico que esencialmente viene a confirmar las recientes teorías o propuestas avanzadas previamente por el CUNY DSI, basadas en otro hallazgo reciente en diciembre del 2021, sobre la localización o ubicación actuales de los lugares donde comenzó la rebelión de 1521 que empujó a los colonizadores españoles del momento a tener que responder, en cuestión de días, con lo que es el primer “código negro” (o legislación enfocada en población negro-africana) de las Américas, una medida política que todavía hoy tiene reverberaciones en las tensiones raciales que todavía vivimos tan a menudo en nuestra propia época presente.”