La Asociación de Ucranianos de Portugal entregó hoy en la embajada de Brasil en Lisboa una carta en la que invita a Kiev al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva -de visita oficial en la capital portuguesa-, y rechaza las declaraciones que éste realizó el pasado fin de semana desde Asia sobre la guerra en Ucrania.
El presidente de la asociación, Pavlo Sadokha, informó a la prensa de que intentarán “explicar la posición de la comunidad ucraniana en Portugal y en toda Europa” ante la invasión rusa y que “la posición de Lula está equivocada».
Sadhoka hacía referencia a las declaraciones que hizo Lula el pasado fin de semana, cuando señaló que los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Ucrania, Volodímir Zelenski, “no toman la iniciativa” para conseguir la paz, mientras que “Europa y Estados Unidos acaban contribuyendo a la continuación de esta guerra» mediante el envío de armamento.
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“Esta guerra se podrá parar cuando Putin sea condenado, cuando las tropas rusas salgan de Ucrania. Solo ahí nos podremos sentar y hablar”, defendió Sadokha, quien aseveró que “no hay países neutrales” ante este conflicto.
Asimismo, en la carta van a “reforzar la invitación” de Zelenski para que Lula da Silva visite Kiev.
“La visita del presidente Lula a Ucrania significaría que comparte los valores del mundo democrático y está del lado de los ucranianos”, añadió Sadokha.
“Somos nosotros los que pagamos con vidas, con la destrucción de nuestro país, los intereses políticos mundiales que escogen negociar con el dictador Putin a costa del sufrimiento de los países que Rusia invade. No queremos ver a Brasil como un aliado del régimen criminal de Putin pero sus declaraciones nos preocupan”, recoge uno de los párrafos de la carta, a la que tuvo acceso EFE.
Está previsto que sean recibidos por el secretario de Presidencia brasileña, Márcio Costa Macêdo.
Lula llegó hoy a Lisboa en visita oficial que se prolongará hasta el próximo día 25.
En su agenda están previstas reuniones con el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa; el primer ministro, el socialista António Costa, y una cumbre bilateral para avanzar en temas comunes.