Más de 500 productores dominicanos quebrarían y 30 mil tareas podrían afectarse si el Gobierno permite la construcción de un canal en territorio haitiano, para desviar el fronterizo río Masacre en Dajabón. Las tierras por perjudicarse están actualmente cultivadas de arroz, plátanos, guineos y pastizales, en las comunidades de Sánchez, Los Cocos y La Vigía.
El Tratado de paz, amistad perpetua y arbitraje de 1929, prohíbe que Haití y República Dominicana hagan obras que desvíen el curso de los ríos que corren entre ambas naciones. También, el Acuerdo Fronterizo de 1935 y el Protocolo de Revisión de Frontera de 1936.
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En mayo 2021 comenzó la construcción de la controversial obra hídrica, y luego detenida por protestas de la Cancillería quisqueyana. Ahora personas particulares la reiniciaron, reavivando la patriótica crispación dominicana.
Solamente pensemos, cuál sería la reacción del Gobierno alemán, si los franceses intentaran descaminar el Rin.