Un problema nacional.- Para que ustedes vean porqué enfrentar la delincuencia y la inseguridad que la acompaña debe ser la principal prioridad del Gobierno, que no debe descansar ni un minuto en la tarea de buscarle solución a este problema, ni escatimar recursos para devolverle la tranquilidad perdida a los ciudadanos. Y no solo en los grandes centros urbanos y sus barrios, donde los delincuentes actúan a sus anchas y sin temor a una autoridad que está ausente o que es su cómplice.
Lo mismo que está ocurriendo en Valverde, en la Línea Noroeste, donde productores de arroz y banano acaban de realizar una protesta para llamar la atención de las autoridades, pues dicen sentirse desesperados por la ola de robos y atracos de que son víctimas tanto propietarios de fincas y parcelas como trabajadores haitianos y dominicanos a los que acechan y despojan de sus jornales los días de pago.
Iván Tió, presidente de la Cooperativa Agropecuaria de Valverde, contó a los periodistas que en menos de una semana se han producido ocho atracos, por lo que advirtió que de no prestarse atención a la situación por la que están atravesando se verán en la obligación de tomar la justicia por sus propias manos. “Somos un grupo de hombres y mujeres de trabajo que estamos perdiendo la paz laboral por el temor que sentimos de acudir a las fincas por los delincuentes que azotan la zona”.
Ojalá que los desesperados productores de Valverde no se vean en la necesidad de hacer el trabajo que le corresponde hacer a la Policía Nacional, ni que la producción de banano y arroz de la zona se vea afectada por los desmanes de una delincuencia que les arrebató la “paz laboral”.
No sé si el mayor general Eduardo Alberto Then está dispuesto, como le piden, a reunirse con ellos para llevarles una solución, pero lo que pasa en Valverde es un recordatorio de que la delincuencia y sus secuelas (da grima decirlo pero es la verdad) es un problemón de 48,442 kilómetros cuadrados.