El proceso electoral debe ser cuidado siempre, sobre todo después que la Junta Central Electoral proclama los inicios de las fases previstas en el cronograma que desembocará con la votación, como ocurre ahora con el llamado período de precampaña. Si todo el proceso electoral discurre de manera ordenada, al final tendremos unas elecciones creíbles y, sobre todo, equitativas.
Estas afirmaciones las hacemos a propósito de la recientísima denuncia del expresidente Leonel Fernández, quien también aspira a la candidatura presidencial por su partido político. Este político ha dicho, frente a seguidores, que el gobierno y el Partido Revolucionario Moderno recorren el país repartiendo millones (de pesos) del pueblo dominicano para “conquistar voluntades…” de militantes de otras entidades políticas.
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Una denuncia de esta naturaleza, dicha por alguien que se siente afectado en su condición de rival de quienes en el partido de gobierno puedan estar aspirando a la candidatura presidencial para las próximas elecciones, merece ser tomada en cuenta por las principales autoridades de la junta central electoral.
El peor pecado político que puede cometerse en unos comicios para elegir autoridades de distintos niveles es la ausencia de equidad, es decir, que unos jugadores dispongan de ventajas que los otros no tienen. La misma Constitución de la República consigna, en su normativa sobre las elecciones, el concepto de “equidad”.
Si lo dicho por el expresidente Leonel Fernández es o no cierto, no podemos establecerlo nosotros ni ningún otro sector social. Corresponde a la JCE, pues, a través de una investigación exhaustiva, investigar la denuncia.