Una desafortunada Feria del Libro

Una desafortunada Feria del Libro

La Unión Europea estuvo distribuyendo un folleto en el cual se promovía la fusión de nuestro país con el vecino Haití

A decir verdad, tenía en mente escribir esta entrega con un tema muy diferente, pero amigos que leyeron el anterior, me sugirieron que ampliase mi parecer sobre esta Feria del Libro atípica, que le permitió al país invitado tomar iniciativas y sugerencias rayanas en una ofensa, al parecer ignorando los acontecimientos bélicos de nuestra Independencia. Debieron los encargados de la Unión Europea estudiar la historia y podrán constatar, que el nuestro es uno de los pocos países que no se independizó de España, sino que se segregó de nuestro vecino, que se da el bombo de afirmar que desde Saint-Domingue, se conquistó el resto de América.

La primera afrenta que se permitió el país Invitado fue la de propiciar que la misma se llevase a cabo de manera bilingüe, de una lengua universal, el español, y otra que no es un idioma sino un dialecto, que es el creole haitiano, una especie de lenguaraje mejor conocido en nuestro país como patois o patúa.

En los primeros días del evento, la Unión Europea estuvo distribuyendo un folleto en el cual se promovía la fusión de nuestro país con el vecino Haití, al parecer porque estamos situados en la misma isla. Si este es un plus para abogar por la unificación, tenemos el caso de varias islas a nivel mundial y al parecer no aparece un patriota como el señor José Gastelbondo Amaya, propulsor, al igual que la Unión Europea de la fusión de las dos Repúblicas que comparten la Isla de Santo Domingo.

Nuestro país al parecer anonadado por el elevado cargo internacional de los designados en el país, sus funcionarios, que deberían ser los primeros en protestar y defender nuestra soberanía, de manera servil escurren el bulto. Hay veces que episodios de nuestra historia que no quisiéramos recordar, afloran a nuestra mente, como aquella frase profética de Trujillo: “en cincuenta años se acordarán de mí y aplaudirán lo que hice. El doctor Balaguer también se refirió a nuestros vecinos tildándolos de tener instintos primitivos y salvajes.

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En nuestro país se está incubando un movimiento patriótico para dar respuesta a los funcionarios públicos despatriados que solo piensan en el salario que perciben y no protestan porque pensamos: “para que no le quiten la visa”.

El dialecto que hablan los haitianos tiene parte del francés cuyos ciudadanos olvidan que teniendo la colonia más próspera en los tiempos del poblamiento de América, los haitianos derrotaron la flota del general Leclerc, cuñado de Napoleón, y después pasaron por las armas a la mayoría de los blancos que los esclavizaron, de ahí viene el atraso histórico que persiste desde tiempos coloniales.

Los dominicanos a los que nos duele el país, debemos demandar de manera enfática al Gobierno para que depure las ONG’s que accionan con dinero de los impuestos pagados por los ciudadanos dominicanos para complotar contra nuestro país. Permitir en territorio nuestro como pretenden la Unión Europea, la OIM y algunos países afines que se permitan colonias de indocumentados haitianos, puede considerarse un atentado a la Patria. Si es por la bagatela de ayuda que creen permitirse imponer sus voluntades, debemos decirles ¡Quédense con sus limosnas! Que todavía tenemos dignidad y la frente en alto, no obstante la pandemia que actualmente nos azota.

La política de dotar con cédula dominicana de extranjeros a los indocumentados haitianos es una aberración del Director General de Inmigración, ya que con el mismo, podrán desplazarse por todo el país y competir con los dominicanos en las labores cotidianas.

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Una vez propusimos tres clínicas de maternidad en comunidades haitianas, Anse-a-Pitre, Oneminthe e Hincha, que nos sale más barato que permitir que miles de haitianas vengan a parir en nuestro territorio y después alegar que sus hijos son dominicanos, no obstante la Constitución haitiana especifica que los hijos de padres haitianos, adquieren esa nacionalidad no importan donde nazcan.

Un craso error, fue el del presidente Leonel Fernández al construir con dinero nuestro, una universidad que actualmente, ni siquiera lleva el nombre del profesor Juan Bosch, creo que Dessalines y ya no la utilizan como casa de estudios.

No profesamos las ideas del profesor Carlos Sánchez y Sánchez, pero si abogamos por las letras de nuestro merengue: “Virgen de Altagracia compañera mía, tu para tu casa y yo para la mía”.