Mi intención es redactar un reflejo de una de las realidades que vivimos muchos dominicanos día a día; cuando hablamos de dominicanos, me refiero a la mayoría, estoy hablando de aquella masa cuyo salario mensual se limita al salario básico, también podemos incluir a los que ganan un poco más del salario básico; esta población es a la que yo le he llamado: “La Clase Héroe”. Así es, somos héroes porque sabemos volar por encima de las realidades que a diario golpean a más del 70 por ciento de las familias dominicanas.
Varios días atrás me decidí ir a un colmado donde la mayoría de las personas compran el desayuno, el almuerzo y la cena de cada bendito día; ahí hablé con el dueño del colmado, le expresé que quería hacer una compra para realmente saber el precio que se paga por vivir de forma precaria y así entender qué cuesta comer cada día, saborear las limitaciones y la sociología del pueblo dominicano. Bueno, el señor me expresó que podía ayudarme; y realmente el colmadero me estaba ayudando a decidir cómo y qué compran aquella “Clase Héroe”. Debo decir que también él me ayudaba porque la compra era un simulacro, yo estaba actuando como un padre de una familia de 5 personas; si debo decir que el contexto era 100 por ciento real.
Cuando pensé en redactar nuestra realidad, una persona me aconsejó que llamara a un economista para compilar el costo real de un desayuno, de un almuerzo y de una cena para una familia de 5 miembros, le expresé a esa persona que yo estoy cansado de escuchar tantas teorías plasmadas en el papel, le externé que muchos de los que deciden “el costo” de la canasta familiar usan fórmulas y gráficas que no se entienden por el 70 por ciento de la población; también le expresé que no quería consultar los resultados del Banco Central de la República Dominicana, quería ir donde compramos los dominicanos. Es que si miramos retrospectivamente, llegaremos a la conclusión de que todos los gobiernos en los últimos 50 años han actuado de forma abusiva, un abuso generacional, sistémico e intencional, me refiero al maltrato que ha recibido nuestro pueblo por todos los gobiernos, que no han sido capaz de resolver los problemas básicos en un país de solo 48,442 km² y lleno de recursos naturales. Entendí y entiendo que la mejor información para compilar se encuentra en el barrio, en el colmado, en el polvo de las calles de los transeúntes, donde el producto se vende al consumidor final, cargado de impuestos, alteraciones, especulaciones de precios, etc… es ahí donde sabemos el precio real y el costo de la vida para la Clase Héroe.
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Veamos la compra para una familia de 5 personas. Es bueno aclarar que esta alimentación no está completa y no está adornada. ¡Sígueme!Llegué al colmado y saludé al colmadero, le expresé que había dejado atrás a 4 personas listas para consumir el alimento básico para sobrevivir, a mi familia. De inmediato pasé a comprar 10 huevos, por 70 pesos, 10 plátanos por 150, una fundita de aceite por 25 pesos, un cartón de leche por 75 pesos y 4 tablas de chocolate por 40 pesos; un total de 360 pesos solo por el desayuno. Luego decidí comprar el almuerzo y la cena para no tener que regresar al colmado. Le dije al colmadero que me diera 2 libras arroz, la cual me costó 80 pesos, una libra de habichuelas por 70 pesos, 3 libras de pollo por 255 y varios condimentos, cebollas, ajíes, aceite y algo más por 200 pesos; el almuerzo hizo un total de 605 pesos (es bueno aclarar que no compré ensalada verde, aguacate, jugo, plátano maduro, agua de botellón, postre). Luego en forma de simulación conté el dinerito que me quedaba en el bolsillo derecho, y justamente me quedaba 350 pesos, y con esto compré la cena, agarré una funda de 12 pan y de muy mala calidad por 90 pesos, una libra de salami por 140 pesos, una fundita de aceite por 25 pesos y un jugo rica por 90 pesos. Pagué 345 pesos y el colmadero me devolvió 5 pesos.
Las tres comidas me hicieron un total de 1,310 pesos, si multiplicamos esto por 30 días sería un total de RD$ 39,300.00; y esto no incluye el alquiler de la casa, agua, luz, internet, educación, teléfono, salón de belleza, barbero, medicina, etc… pero tampoco incluye salidas familiares, combustible y los imprevistos o misceláneos.
Esta es la realidad de la “Clase Héroe”; de hecho, no nos importa la definición de clases sociales, porque es un término que surge después de la Revolución Industrial, ¿y con qué se come eso? Tampoco a la “Clase Héroe” nos importa los datos que reflejan el Banco Central y mucho menos las gráficas virtuales hechas por algunos economistas pagos por el gobierno de turno; ellos no han podido resolver lo más básico en la RD, el costo de la comida. Entendiendo esta monumental realidad, mis propuestas son claras y directas:
- Dejemos de mencionar tanto Bosch, a Caamaño, a Balaguer, a Peña Gómez, y a Caamaño; incluso, a Duarte, y pongamos en práctica las cosas que funcionan. La mejor forma de honrar a nuestros líderes es actuando con responsabilidad social.
- Ya que no hemos podido resolver los problemas nosotros mismos invitemos e imitemos a los países que sí han tenido éxito. Ya la rueda está inventada.
- Les invitamos a ser menos partidistas y sectarios, y construir un país que se guíe más por las políticas de Estado y no por los intereses de los mismos partidos de siempre.
- Pongamos la ética cristiana en práctica, Dios nos envió a administrar este mundo, no solo a rezar y a brincar pretendiendo que tenemos el espíritu de Dios. Mostremos que realmente somos diferentes en las cosas prácticas.
- Algo muy importante, La “Clase Héroe” debemos unirnos y ejercer el poder que poseemos como ciudadanos, la Potestad Ciudadana; debemos dejar las quejas y buscar soluciones que trasciendan los intereses de los partidos convencionales