Vendedor de ilusiones

Vendedor de ilusiones

Claudio Acosta

A pesar de que provocaron tanto alboroto realizando marchas y protestas callejeras que llevaron hasta las puertas mismas del Palacio Nacional reclamando su “herencia”, ascendente a 13 trillones de euros, una cantidad de dinero que pocas personas en este país saben contar, los miembros de la familia Rosario han ido despertando poco a poco al mundo real, donde fueron timados por el abogado Johnny Portorreal Reyes.

Prófugo desde el 2020 acusado de estafar a 283 miembros de la familia Rosario que se querellaron en su contra, fue apresado ayer en Boca Chica y trasladado a la cárcel del palacio de justicia de Ciudad Nueva.

Un previsible escenario para un hábil vendedor de ilusiones que logró embaucar a miles de personas de apellido Rosario con el cuento de que eran herederos de las tierras donde operaba la minera Rosario Dominicana.

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A los que le entregaron entre 50 y cien mil pesos los convirtió en sus “representados”, logrando acumular, según la acusación de la Fiscalía del Distrito Nacional, alrededor de 16 millones de pesos. A pesar de que muchos se han tomado a chiste que en pleno siglo 21 tanta gente se haya creído merecedora de una herencia tan inverosímil, propia de los cuentos de las mil y una noches, lo cierto es que la historia tiene mas de drama que de comedia, aunque dé mas ganas de reírse que de echarse a llorar.

¿Qué pasará ahora? Conociendo nuestro sistema de justicia es fácil anticipar que ese abogado encontrará, mas pronto que tarde, la forma de regresar a las calles y a las andadas, como se puede anticipar también que los incautos que le entregaron dinero para que los representara legalmente nunca volverán a ver esos chelitos. Y, por supuesto, tampoco lo que les toca de los 13 trillones de euros que recibieron de “herencia”, que probablemente sea lo que mas les duela a los que no se resignan a ver cómo se evaporan en el aire las soñadas riquezas con las que cambiarían para siempre sus vidas y las de los suyos.