Cuando en el año 1930 el presidente Rafael Leónidas Trujillo tomó el poder, había el primer malecón que se construyó en la ciudad de Santo Domingo llamado Paseo Presidente Billini, que estaba situado entre las calles 19 de Marzo y Palo Hincado. Este se componía de dos vías paralelas separadas por un núcleo central sembrado por árboles de almendros y una hilera de bancos.
Sin embargo, no fue hasta finales de 1931 cuando la junta de Ornato capitaleña nombrada por el dictador dispuso el comienzo de los trabajos para ampliar este malecón y unirle al inicio unos 35 metros de terrenos privados situados a la orilla del mar, que comprendían desde la desembocadura del río Ozama hasta allí, aparte de que se tomó la orilla de una gruta situada en la costa, al lado de donde actualmente hay una cancha de baloncesto, la cual antaño se llamaba la Cueva de las Golondrinas, debido a que debajo de su techo tenían sus nidos estas aves. Para ello trajo una draga.
Este era un barco con un enorme excavador, el cual se utilizaba para excavar material del fondo del mar, que elevaba y lanzaba a la playa, conllevando a que cada vez el mar se fuera alejando más y esta superficie se ampliara formando un suelo compacto que se unió al primer malecón, al cual, eliminado, le construyeron un largo camino con una hilera de bancos unidos y matas de canas, convirtiéndola en la avenida George Washington, que fue inaugurada el 22 de febrero de 1936, día del natalicio de ese presidente norteamericano, escogido por Trujillo para rendir homenaje al libertador estadounidense.
Más tarde se realizaron las obras complementarias hacia el oeste, que fueron continuadas y terminadas en 1950. Luego se extendió hasta el este, y posteriormente hasta empalmar con la avenida Máximo Gómez y con Haina. Y en 1997 también con la Lincoln y la carretera Sánchez.