Tener una vida plena es una decisión diaria, un compromiso que asumimos con nosotros para disfrutar nuestra existencia.
Muchos desconocen el verdadero significado de una vida plena, incluso lo confunden con ser felices. El no tener definido de manera clara ambos conceptos obstruye la búsqueda de nuestro verdadero propósito de vida y nos hace seguir patrones socialmente establecidos.
La felicidad es un estado de bienestar interno que puede ser largo, cortó o fugaz. Los estados anímicos influyen de manera significativa en este éxtasis, el cual está basado en una sensación placentera que nos hace sentir vivos, pero no necesariamente satisfechos de quiénes somos. La felicidad puede ir y venir por factores externos, los cuales en algún momento pueden hacernos felices y otras veces infelices.
A diferencia de la felicidad, la sensación de plenitud persiste en el tiempo, significa experimentar un bienestar verdadero y duradero, donde aprendes a disfrutar la vida sin importar las circunstancias. La plenitud es un gozo que viene de nuestro interior, convirtiéndose en un propósito existencial. Ser pleno implica una vida equilibrada, donde tenemos el control de nuestras emociones sin importar la situación en que nos encontremos.
La plenitud es personal, implica niveles de madurez y autodominio que se reflejan en un aprecio por la vida, lo cual nos hace amarla por encima de cualquier obstáculo o situaciones difíciles. Ser pleno produce armonía interna, sensación de bienestar, paz, sonrisa, amor, tranquilidad; es un agradecimiento constante por la vida.
Alcanzar la plenitud debe ser uno de nuestros propósitos de vida más importantes, pues nos hace replantearnos quiénes somos y que queremos; en fin le da sentido a nuestras vidas, es como sentirnos cómodos en nuestra piel.
Consejos para tener una vida plena:
-Entender cada circunstancia como una oportunidad única de crecimiento.
-Disfrutar y valorar cada momento como único y especial.
-No permitas que tus miedos controlen tu futuro.
-Medita de vez en cuando.
-Analiza tu presente y planea tu futuro.
-Valórate y valora a quienes están a tu alrededor.
-Comparte con tus seres queridos.
-Saca tiempo para ti y haz actividades de tu interés.
-Haz del pasado un aprendizaje y del futuro una ilusión de metas por cumplir.
-No desperdicie tu energía en situaciones que te resten.
-No condiciones tu felicidad a lo material.
-Muéstrate agradecido con la vida.
-Establece metas para tu vida.
-Cuida tus finanzas.
-Cuida tu salud física y mental.
-Come saludable y ejercítate.
–Rompe con las rutinas, busca actividades diferentes y que sean de tu agrado.
-Disfruta cada instante de tu vida.
-Acepta que cada persona es única, irrepetible y diferente.
-No te ates a ideales preconcebidos, crea los tuyos propios.
-Valora lo que tienes.
Recuerda que la plenitud se disfruta en el transcurrir de la vida. La autora es psicóloga y educadora, directora y fundadora de MLC SCHOOL Twiter: @MLC_Schoolrd @SVirginiaP Instagram: @pardillavirginia.