La moda suele ser el la mejor cualidad o la peor pesadilla para algunas personas; si bien las sociedades se han construido bajo acuerdos y convenciones que guían la forma de relacionarse, éstos acuerdos también se han extendido a orientar la forma en la que se debe o no, vestir. Aunque cada persona es libre de usar lo que le guste de acuerdo a sus gustos y convicciones, las diferentes tendencias de estilo han marcado pauta a través de diferentes épocas.
En pleno siglo XXI y habiendo ya pasado por distintas etapas de la moda, algunos diseñadores han optado por interesantes y polémicos estilos que han causado gran conmoción entre quienes consumen sus productos o curiosos que se interesan en el tema. Tal fue el caso de la reconocida marca española Balenciaga, quienes recientemente anunciaron su nueva colección de calzado: “Paris Sneaker”.
Pese a que durante años la casa de moda española se ha posicionado como una de las más polémicas y extravagantes, en esta ocasión su nuevo lanzamiento generó una gran cantidad de burlas en redes sociales, y es que el mundo de la moda suele ser confuso, sobre todo cuando visualmente los nuevos tenis de Balenciaga parecen bajados de cualquier cable de luz en México, con la diferencia de la marca impresa y el exuberante precio del calzado.
Hace un año, los diseños de Cristóbal Balenciaga y Azzedine Alaïa «dialogan» desde hoy en el Museo Balenciaga de Getaria en una importante exposición que refleja a través de cien piezas las «inesperadas coincidencias» entre dos grandes figuras de la moda, inmunes a las tendencias de la industria.
La muestra, «Alaïa y Balenciaga. Escultores de la forma», ocupa seis salas expositivas del museo guipuzcoano, cuya colección permanente ha sido retirada para poder exhibir estas cien creaciones, pertenecientes a los fondos de la Fundación Azzedine Alaïa de París.
La pandemia de covid-19 obligó a posponer esta exposición, inicialmente prevista para el verano pasado, que finalmente ha podido ser inaugurada este viernes en un acto en el que han intervenido su comisario, el francés Olivier Saillard, la directora del museo, Miren Vives, el consejero de Cultura, Bingen Zupiria, y el diputado foral del mismo área, Harkaitz Millán.
La muestra pone en perspectiva las creaciones del modisto guipuzcoano Cristóbal Balenciaga (1895-1972) y del tunecino Alaïa (1935-2017) siguiendo los deseos de Hubert de Givenchy, quien poco antes de morir, en marzo de 2018, pidió al equipo del comisario francés que revisara los puntos en común entre ambos diseñadores.
Gyvenchy falleció poco después de aquel encuentro pero la exposición salió adelante, primero en París, y ahora en Getaria, donde ha sido ampliada con más creaciones, muchas de ellas inéditas, ha explicado su comisario.
La muestra ha sido articulada como un «diálogo» entre los diseños de dos creadores que compartieron una visión arquitectónica de la moda y que huyeron de las normas que imponía la industria.