Es transmitido por ratones africanos y los monos. La tasa de mortalidad de esta enfermedad se estima entre 1% y 11%

El reservorio natural de la viruela del mono sigue siendo desconocido. Sin embargo, los roedores africanos y los primates no humanos (como los monos), pueden albergar el virus e infectar a las personas.
El período de incubación suele ser de seis a 13 días, aunque puede variar entre cinco y 21 días.

Los síntomas caracterizados por fiebre, cefalea intensa, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), dolor lumbar, mialgias (dolores musculares) y astenia intensa (falta de energía). La erupción cutánea suele comenzar uno a tres días después de la aparición de la fiebre, principalmente en cara y las extremidades y en el tronco. Las complicaciones pueden incluir neumonía, encefalitis e infecciones oculares, que ocurren principalmente en niños menores de ocho años, mujeres embarazadas o personas inmunodeprimidas. La tasa de mortalidad se estima entre 1% y 11%.

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Diagnóstico
Existe una prueba de PCR que puede establecer el diagnóstico en forma temprana. Esta prueba ya está validada y disponible en el Laboratorio Nacional Dr. Defilló del Ministerio de Salud Pública. Por medio de la cadena de polimerasa (PCR).

Tratamiento
En este momento no hay tratamientos específicos disponibles para la infección por viruela del mono, pero existen dos medicamentos orales, brincidofovir y tecovirimat, que han sido aprobados para el tratamiento y mostrado eficacia contra la viruela del simio en animales, pero los brotes de viruela del mono se pueden controlar por medio de la prevención, el uso de vacuna contra la viruela, como la cidofovir, el ST-246 y la inmunoglobulina vaccinia (VIG) ya utilizada en otros países.