Entre la infinidad de productos y principios activos de los que se promocionan sus bondades para el cuidado de la piel, la vitamina C es uno de los que más controversia genera junto con el retinol.
“La vitamina C es una sustancia que todo el organismo y no sólo la piel utiliza para muchas funciones vitales, de allí que sea de vital importancia su consumo”. El médico dermatólogo Lucas Ponti comenzó a explicar a Infobae que “el ser humano es de los pocos animales que no la pueden producir por sí mismos por lo que sí o sí la tiene que recibir del exterior y la dieta es la principal manera de incorporar este nutriente de manera balanceada”.
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En el caso de la piel, “más allá de incorporarla vía oral a través de los alimentos, es necesario hacerlo en forma de productos cosméticos”, precisó el especialista de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), quien enfatizó que “la vitamina C es uno de los más poderosos antioxidantes que previene el envejecimiento prematuro de la piel como también de muchos órganos, mantiene las funciones vitales de la piel”.
Lo cierto es que se trata de un gran antioxidante y aliado de la piel, famoso por aportar “calma” al rostro con su uso, y es uno de los principios clave para tener una piel protegida, iluminada y joven.
1- La vitamina C sólo puede usarse de noche. Falso. “No sólo podemos usarla por el día, sino que es el momento clave para hacerlo. Una rutina rica en vitamina C se aplicará mañana y noche, pero de hacerlo solo una vez, siempre es preferible que sea por la mañana”, explicó la médica dermatóloga Lilian Demarchi.
En opinión de Ponti, “cuando se la utiliza de noche es un aclarante natural y es un estimulador de la síntesis de colágeno; y cuando se la utiliza de día combate la producción de radicales libres producida por el daño de la radiación ultravioleta y por la contaminación ambiental”. “La vitamina C debería estar presente en todas las rutinas de cuidado facial, sobre todo en pieles que están más expuestas al sol o a la contaminación urbana”, aseguró.
2- La vitamina C irrita la piel. Falso. Es otro de los mitos más comunes en torno al uso de este producto y radica en lo que ocurre cuando se oxida, pero si esto ocurre, es porque no es una fórmula estable. Actualmente, las firmas trabajan con formas auto estables de vitamina C que pueden estar abiertas durante meses sin oxidarse.
En este sentido es que suele afirmarse que la vitamina C está contraindicada en personas con rosácea. “Es mito a medias porque si el producto está en concentraciones altas puede llegar a irritar la piel, pero como estimula la síntesis de colágeno, que se encuentra en los capilares que se encuentran alterados por la rosácea, la vitamina C en realidad refuerza esas venitas mejorando la capacidad de no ponerse colorada”.
4- La vitamina C no se debe aplicar con Alfahidroxiácidos (AHA) y Betahidroxiácidos (BHAs). Falso. “Quien afirma esto es aludiendo a que la vitamina C exfolia, pero las formas estables actuales no exfolian. No hay problema en combinarla con alfa o betahidroxiácidos. De hecho, puede que la vitamina C los apoye ayudando a mejorar la hidratación, síntesis de colágeno, hiperpigmentación, etc”, explicó Demarchi.
5- La vitamina C mancha la piel. Falso. Según explicó Demarchi, “cuando se trabaja con vitaminas C muy poco estables (ácido ascórbico puro), éstas podrían producir sensibilidad cutánea y, al exponer la piel al sol, producir hiperpigmentación. Pero esto no ocurre con las formas estables de vitamina C que se utilizan con frecuencia”. Y agregó: “Siempre lo que mancha es el sol, no los productos, por eso es tan importante aplicar protector solar a diario aunque no salgamos de casa”.
6- La vitamina C no se puede usar en embarazadas. Falso. “Si analizamos lo que se le da a las mujeres al comienzo del embarazo son multivitamínicos con vitamina C, entonces si la pueden consumir se la pueden poner en la piel”, aseguró Ponti, para quien el principal uso en esta etapa de la vida de las mujeres es el de “prevenir las manchas en la piel, que es una de las consecuencias más comunes a causa de los cambios hormonales”.