Estamos en los días en donde aumenta el flujo de llegada de los “dominicanos ausentes”, la denominada diáspora dominicana, cambio denominativo, que a mi entender, se debió a que nos dimos cuenta que están más presentes que los dominicanos que residimos en el país.
Según la Dirección de Investigación y Estudio del Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX) se registra un total de 2,531,618 dominicanos en el exterior; aproximadamente el 20% de la población dominicana. El 89.3% están ubicados en América, el 10.6% en Europa y el 0.1% en el resto del mundo.
De acuerdo con la data del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) en 2021, las remesas alcanzaron los US$10,402.5 millones, aumentando el monto recibido en el 2020, por unos US$2,183.2; mientras que el informe publicado en diciembre de este año, “Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2022”, estableció que de enero a noviembre de 2022, la República Dominicana recibió 8,912.3 millones de dólares por concepto de remesas familiares, que representan una disminución de 5.8 % (549.4 millones de dólares) en comparación con el 2021 y mayor en relación al 2020.
Disminución y aumento coherente a la realidad mundial, han cesado las ayudas económicas sociales generadas en 2020-2021 para paliar la situación del COVID-19 en los Estados Unidos y otros países; aunados al incremento del desempleo a nivel mundial post pandemia en 2022.
La migración de dominicanos en búsqueda de oportunidades para mejorar su calidad de vida, sin lugar a dudas, ha mejorado la calidad de vida de todos. Como sociedad debemos reflexionar y valorar sus esfuerzos y sacrificios, asumiendo que el Estado tiene una deuda social pendiente que se arrastra por décadas que va más allá de celebrar cada 20 de diciembre el “Día del Dominicano Ausente”.
Debemos romper con el paradigma “esa gente tan bien por allá” por “esa gente están bien fajados allá” y comprender que como dominicanos tienen derecho a recibir apoyo desde el gobierno central para fortalecer los lazos y satisfacer sus necesidades latentes, reales y justas. Instituciones gubernamentales han implementado propuestas, dentro de las cuales podemos citar las del Instituto de Dominicanos en el Exterior (INDEX); la Dirección General de Aduanas (DGA) que ha aumento el monto económico y amplió el periodo de “Gracia Navideña”; el Servicio Nacional de Salud (SeNaSa) con el plan “Larimar” y la integración en el plan de vivienda “Familia Feliz”.
Sin embargo, aún falta mucho por hacer en favor de una comunidad que representa una fuerza laboral motora de la economía dominicana, separada en geografía y unida por amor.
Mientras…¡a bailar!, pues “Que falta tú hacías Juanita del alma Bienvenida seas, ¡llegaste a tu patria!”