Wall Street cerró este miércoles en terreno mixto y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, ganó un 0,23 %, lo que le permite sumar trece días seguidos al alza, en una jornada marcada por el anuncio de la Reserva Federal (Fed) de subir de nuevo un cuarto de punto los tipos de interés.

Al término de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones se situó en 35.520 puntos, mientras que el selectivo S&P 500 bajó un 0,02 %, hasta 4.566.

El índice compuesto del mercado Nasdaq, donde cotizan las principales tecnológicas, también retrocedió un 0,12 % y cerró en 14.127 unidades, ante los resultados ambivalentes de las grandes compañías del sector.

La noticia del día, aunque ya largamente esperada y por eso nada sorprendente, fue la subida de un 0,25 % de los tipos de interés por parte de la Fed; lo que no se esperaba fue la indicación de su presidente, Jerome Powell, de que puede volver a subirse el mismo porcentaje en septiembre si de aquí a entonces no se aprecian efectos en la inflación.

En cuanto a los resultados empresariales, los más esperados eran los de las grandes tecnológicas- hoy fue el turno de Meta, que reportó un descenso de su beneficio neto de un 4,6 % en su primer semestre con respecto al año anterior.

Microsoft presentó ayer sus resultados y tuvo una ligera caída de beneficios de 0,5 % en su año fiscal, mientras que Alphabet ganó un 3 % en el primer semestre.

Estos resultados no parecen haber sido muy bien acogidos por los inversores, pues el sector tecnológico fue hoy el que más perdió (-1,3 %); por el contrario, entre los que tiraron de la bolsa neoyorquina al alza estuvieron el de comunicaciones (2,65 %) y el industrial (0,66 %).

Entre las empresas del Dow 30 destacó la caída de Microsoft (-3,76 %) y de Caterpillar (-1,43 %); en contraste, Boeing tuvo una espectacular subida de 8,72 % y 3M subió un 2,56 %.

En otros mercados, el petróleo de Texas cerró a 78,78 dólares (71,06 euros al cambio de hoy) el barril, y al cierre de la bolsa el oro subía a 1.973,7 dólares la onza, la rentabilidad del bono estadounidense a diez años bajaba hasta el 3,869 % y el dólar perdía terreno frente al euro, con un cambio de 1,108.