¿Y es que nos van a quitar lo poco que nos queda?

¿Y es que nos van a quitar lo poco que nos queda?

Pedro René Almonte Mejía. Instagram y twitter: @pralmonte

El ser humano vive toda su vida con el sentimiento de posesión, todos soñamos con tener algo; algunos soñamos con ideales, otros sueñan con tener propiedades, unos sueñan con poseer una “tierrita” para construir su “ranchito” y sembrar, muchos sueñan con tener un hijo y formar una bella familia. En fin, todo ser humano enfoca su vida con la posesión de algo, ya sea material o espiritual. Hasta hay quienes piensan que son dueños de su compañera sentimental, producto de algún desequilibrio psicológico o algún trauma de su pasado; cuando llega el momento de ella decir adiós, aquí aparece el feminicidio…

Poseer no es más que tener o ser dueño de algo; hablando en términos jurídicos la posesión no es más que un hecho que produce consecuencia jurídica y consiste en que una persona tenga en su poder una cosa corporal como dueño y señor .

De la misma manera que los seres humanos viven con el sentimiento de posesión, los dominicanos, como tales, no escapan a dicho sentimiento. Nosotros (los dominicanos) creemos tener seguridad ciudadana, lo cual no existe; un delincuente cualquiera acaba con nuestras vidas la mañana de un domingo. Creemos tener seguridad nacional, lo cual no existe, nuestra frontera parece más bien un puente por donde pasa absolutamente todo, y qué decir de nuestros puertos y aeropuertos que se encuentran en manos extranjeras, que no sufren por un solo dominicano, esto gracias al afán entreguista de algunos gobernantes. Creemos tener seguridad alimentaria, las importaciones han acabado con el campo dominicano, y han alimentado la migración de los dominicanos del campo a la ciudad. Creemos tener seguridad social, y más que social, lo que tenemos es una seguridad bancaria. Creemos tener seguridad en bienes y servicios, y por decir algo, las telefónicas en nuestro país tienen un tremendo monopolio, donde hacen con el consumidor de todo menos algo bueno, y ya el chapulín colorado murió, así que… ¿quién podrá defendernos?

Nosotros creemos tener mucho, y realmente tenemos muy poco. Aún nos queda nuestro medioambiente y nuestros recursos naturales, y hasta eso nos lo quieren quitar. Siglos después todavía llegan desde afuera, a entregarnos espejitos y a cambio le damos nuestro oro. Son todos esos años después los mismos actores: El rubio, el indio y el traidor (el indio que quiere ser rubio). El rubio le presenta el “negocio” del siglo al indio: “Por tu oro te vas a ganar el 40% de los beneficios”… mi interpretación es que el indio le regala al rubio el 60% de su propio oro… ¿Y el traidor? Ahh si el traidor, esa figura siempre está en la escena, este es el típico “Señor” que antepone su bienestar individual al bienestar colectivo, al cual le pagan con unas moneditas del mismo oro de su tierra. Barrick Gold firmó con el indio el acuerdo del siglo, mas en la provincia Sánchez Ramírez no se enteraron, según las estadísticas se encuentra entre las 5 provincias más pobres de la República Dominicana ¿Por qué en la Provincia de San Juan Gold Quest pasaría algo diferente? Nosotros fuimos y debemos seguir siendo un país capaz de producir nuestros alimentos y tener excedente para exportar, de modo que nuestro campo genere empleos dignos para los dominicanos. Comparar la generación de empleo entre la agropecuaria y la minería en nuestro país, ni siquiera valdría la pena, estamos hablando de mucho a poco.

Y qué decir del pasivo ambiental, habrá que ver en unos años, si los “chelitos” que pagó el rubio dan para empezar al menos a remediar el daño causado.

¿Y es que nos van a quitar lo poco que nos queda? Si lo permitimos…
¡Yes Dominican People!