Grandes vertederos de residuos sólidos, animales muertos, escombros, chatarras y otros desperdicios, imbornales con las tapas de metales sustraídas, además de malezas, caracteriza en los actuales momentos el entorno del Faro a Colón entre Villa Duarte, Maquiteria, Los Mameyes e Isabelita, en Santo Domingo Este. Villa Duarte y Maquiteria, separados por el llamado Muro de la Vergüenza que se levantó con el objetivo de ocultar, la miseria de miles que habitaban en esos barrios, de turistas que llegaron a Santo Domingo en octubre de 1992 en ocasión de inaugurar el Faro a Colón con motivo de los 500 años de la llegada de los españoles a la isla.
Transitar por las grandes avenidas como la Estados Unidos, Iberoamérica y la del Faro a Colón, los adornos que ven los ojos de quienes transitan por la zona son los grandes vertederos que se suceden a pocos metros uno del otro.
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La joven Yaneri de Jesús, quien camina todos los días por los alrededores del Faro a Colón, deplora la falta de higiene que se percibe en el l monumento, llamado a ser uno de los principales atractivos turísticos y culturales de SDE.
Explica que vive en la Francia, por donde los recolectores tardan en pasar, pero que los basureros improvisados frente al muro en Maquiteria y el Pensador son producidos por los propios munícipes, porque los camiones pasan por las avenidas todos los días.
Carlos José, quien abría las puertas de la verja de su casa en el ensanche Isabelita, informó que un vertedero frente a su hogar se había formado en pocas horas debido a que el recolector había pasado y limpiado el lugar horas antes.
Frente a Los Mameyes, colocan hasta chatarras de vehículos, neumáticos, animales en descomposición, cuyo hedor apesta a quienes caminan por el área.
Eugenia de Los Santos, vecina del Parque del Este, deplora el descuido del entorno donde las malezas cubren las aceras y hasta los bancos para sentarse.