Managua (EFE).- La española Aguas Ocaña, ex primera dama de Honduras, dijo que la principal razón que tuvo para separarse de Ricardo Maduro, hasta el viernes presidente de ese país, fue que él tiene una vida anterior que lo condiciona mucho. En una entrevista que publicó ayer el diario La Prensa, de Managua, añadió que cuando se casó con Maduro teníamos una ilusión inmensa, pero que al final se apagó porque ambos son completamente diferentes.
Ella llegó a la capital de Nicaragua el viernes por la noche, horas después de que su ex esposo, del Partido Nacional, entregase el gobierno al liberal Manuel Zelaya, y, según sus palabras, abandonó Honduras porque creyó que era prudente hacerlo debido a la situación personal que vive por su divorcio.
Ocaña dijo sentirse sorprendida de que la noticia del divorcio se hiciera pública antes del 27 de enero, fecha del traspaso de Gobierno, porque ambos ex cónyuges pretendían darlo a conocer al pueblo hondureño un poquito después de ese día.
La revista española Hola publicó el pasado miércoles una entrevista con Ocaña en la que ésta anunciaba su divorcio de Maduro.
Yo tengo un excelente concepto de Ricardo Maduro, que a través de él tuve esa oportunidad bella de ayudar, pues en nuestra vida personal no (nos) fue tan bien como hubiéramos querido, declaró Ocaña a La Prensa de Nicaragua.
Teníamos una ilusión inmensa cuando nos casamos, pero cada uno de nosotros tiene un rumbo diferente en la vida, somos muy diferentes, y él tiene una vida anterior que le condiciona mucho. ¿Para qué vamos a forzarnos más?, ¿Para qué vamos a sufrir más?, se preguntó la ex primera dama sin entrar en más detalles.
Maduro ya estaba divorciado de su primera esposa, Miriam Andreu, y durante su gobierno (2002-2006) las tres hijas de su primer matrimonio desempeñaron tareas sociales y culturales a través de su despacho.
Antes de casarse con Ocaña en 2002, el entonces gobernante también tuvo como novia a Mireya Batres, a quien nombró ministra de Cultura, Artes y Deportes, aunque en 2004 fue obligada a dimitir por el malestar de la entonces primera dama con ella.
Ocaña dijo que tenía una oferta de trabajo en Madrid, pero que por la cercanía a sus tres hijos hondureños adoptados decidió trasladarse al país vecino.
Explicó que piensa residir durante nueve meses en Nicaragua, trabajando con la ONG Oh Belén, para hacer un paréntesis en su vida personal e intentar realizar en este país algo parecido a los proyectos de ayuda a los desprotegidos que desarrolló en Honduras.
Para el trabajo que piensa efectuar, con el énfasis en los niños de la calle, ya ha tomado contacto con el despacho de la primera dama nicaragüense, Lila de Bolaños.
La organización Oh Belén, con apoyo de un grupo de empresarios, se dispone a distribuir los primeros contenedores con ropa nueva, para que sea distribuida entre personas de escasos recursos con el fin de que la vendan y puedan ayudarse así económicamente.
También proyecta establecer un sistema de becas internacionales con el propósito de que niños pobres puedan educarse en España.
Aguas Ocaña dijo que se siente contenta del reconocimiento que ha recibido de la población nicaragüense, ya que en lugares que visitó el pasado fin de semana fue reconocida y felicitada por su labor, y además le ofrecieron ayuda.