La vicepresidenta de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) y el presidente de la Confederación Patronal de la República Dominicana (Copardom), Circe Almánzar y Joel Santos, dijeron ayer que en una eventual reforma fiscal debe priorizarse la eficiencia en el gasto.

Fueron entrevistados por separado en relación con la opinión del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de que es necesaria una profunda reforma fiscal en América Latina y El Caribe.

“Nos llama la atención de que el BID revela que hay oportunidades para la mejora del gasto público y la eficiencia en la recaudación, que es una de las problemáticas mayores que tenemos en Latinoamérica”, planteó Almánzar.

Sostuvo que cualquier discusión sobre una eventual reforma fiscal debe girar sobre equidad no solo frente a otros sectores de la economía, sino también frente a los competidores, pero también a una mayor ampliación de la base tributaria, menor informalidad y mayor eficiencia del gasto público.

Expresó que las tasas impositivas de la República Dominicana son de las más elevadas de Latinoamérica, pero la presión tributaria es baja.

Recordó que la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) dispone que se firme un pacto fiscal.

“Entendemos que antes de la discusión debe de haber unos lineamientos claros de por dónde debemos iniciarla”, señaló.

Consideró que el sector manufacturero tiene una presión tributaria de cerca de 35%.
Expresó que si se reduce el subsidio eléctrico con la aplicación de la tarifa técnica, el gasto bajará.

Sostuvo que la presión tributaria del país es baja porque no incluye la seguridad social.

“Siempre hemos dicho que tenemos que comparar peras con peras y no peras con manzanas”, manifestó Almánzar.

Indicó que existe un elemento que crea una distorsión a la presión tributaria, que es que el país está creciendo un 7%, pero los sectores que están creciendo son aquellos que no tributan.

En tanto, el presidente de Copardom consideró que la mayoría de los países de América Latina necesita una reforma fiscal profunda, pero que la situación difiere de una nación a otra.

Cree que en el caso dominicano no aplica de manera importante como en otros países la caída de los precios de la materia prima, pero existen elementos comunes, como el peso de la deuda externa y el gasto público.

Manifestó que hay un espacio importante para trabajar estructuralmente en el gasto y darle cada vez más importancia al gasto de capital.

“Entiendo que eventualmente tendrá que discutirse una reforma fiscal, tiene que ser una reforma fiscal integral, la cual le dé importancia a la reestructuración tributaria y al gasto público”, dijo.

Cree que antes de hablar de cualquier pacto fiscal hay que tratar de alinear cuáles son las impresiones que tienen los participantes sobre el mismo.

Entiende que no tiene sentido discutir ningún pacto fiscal si antes no están de acuerdo de cuál es el criterio que se tomará en cuenta para realizar un cambio integral del aparato fiscal.

Consideró que existen muchos elementos que hacen que la presión tributaria fiscal sea mucho mayor de la manera que aquí se mide, porque se deben tomar en cuenta las responsabilidades del Estado con sus ciudadanos.