Greg Maddux y Tom Glavine fueron elevados al Salón de la Fama en 2014. John Smoltz tuvo su turno el año pasado. Las ceremonias de exaltación a Cooperstown de las tres glorias del pitcheo de los Bravos de Atlanta han sido lo único relevante para un equipo que atraviesa horas bajas.
Rumbo a otra temporada de renovación, el manager Fredi González solo tiene una carta para fiar en su rotación abridora, la del colombiano Julio Teherán. Pero incluso el derecho de 25 años, que en 2014 fue seleccionado al Juego de Estrellas, viene de su peor campaña en la que su porcentaje de efectividad subió de 2.89 a 4.04.
Las otras opciones incluyen a Bud Norris, un veterano que tuvo marca de 3-11 con 6.72 de efectividad el año pasado; Jhoulys Chacín, un venezolano que trata de reflotar su carrera tras dos campañas sucesivas en las que las lesiones frenaron su proyección, y Matt Wisler, un derecho de 23 años que no desentonó en su temporada de novato.
Mike Foltynewicz, el mexicano Manny Bañuelos y el venezolano Williams Pérez también entran en los planes. “Por lo menos tenemos algunos candidatos”, se consoló González, cuyos Bravos perdieron 95 juegos el año pasado, la peor cosecha de la franquicia desde 1990. “Son tantas las cosas que deben salir bien. Todos tienen que repuntar.
Pero estoy contento con los lanzadores que tengo, de veras que sí”. El piloto cubano tiene que poner buena cara ante lo que se vislumbra será una campaña sin muchas alegrías. Con la mira puesta a la apertura de un nuevo estadio en los suburbios en 2017, Atlanta cambió de estrategia y purgó su roster, un proceso que se puso en marcha previo a la campaña de 2015 cuando se desprendieron de Jason Heyward, Craig Kimbrel, Evan Gattis y los hermanos Justin y Melvin Upton.
El torpedero Andrelton Simmons y el abridor Shelby Miller fueron traspasados a los Angelinos y Diamondbacks durante el último receso invernal.
A cambio Simmons y Miller, los Bravos se inyectaron con sangre joven. Algunas de las piezas adquiridas, como el jardinero central Ender Inciarte, forman parte de la alineación diaria. Los pitchers Aaron Blair y Sean Newcomb, el jardinero Touki Toussaint y el torpedero Dansby Swanson no están aún listos. El canje de Miller podría ser fundamental para el futuro de los Bravos.
El botín que le sacaron a Arizona fue inmejorable con Inciarte, Blair y Swanson, éste último la primera selección del pasado draft. Mientras tanto, González buscará exprimirle el máximo a un pelotón de veteranos como el catcher A.J. Pierzynski, el torpedero dominicano Erick Aybar y los jardineros Nick Markakis, Michael Bourn y Nick Swisher. Los pronósticos son sombríos. Los Bravos parecen condenados a quedar en el fondo del Este de la Liga Nacional, una división que ganaron en 2013.
EL SOBREVIVIENTE Freddie Freeman es el último jugador de posición del equipo de 2013 que se mantiene en el roster. Es tal vez el único bateador que infunde temor a la competencia. Menguado por una lesión en la muñeca derecha, el primera base apenas participó en 118 juegos, su menor cantidad desde que debutó en 2010.
Al iniciar el tercer año de un contrato de 135 millones de dólares por ocho campañas, Freeman no se desanima y confía en un pronto resurgimiento. “Cuando subí con los Bravos eran un equipo ganador todo el tiempo, ya sea en los playoffs o quedándose cortos por muy poco. Luego, en 2014, nos desviamos de dirección”, reflexionó.
“Eso es lo que hará más dulce la recuperación”. El gerente general John Coppolella insistió que Freeman no será canjeado. Pese a las lesiones, conectó 18 jonrones con 66 impulsadas la pasada temporada. —¿HAY OFENSIVA? Freeman bateó 23 jonrones y produjo 109 carreras en el equipo que ganó 96 juegos en 2013. Regresar a ese nivel es esencial para que la producción ofensiva se reanime.
Los Bravos quedaron últimos en carreras (573) y jonrones (100) en 2015, su peor producción desde 1988 Llamativamente, fueron el equipo de la Nacional con menos ponches en contra (1.107) y sólo por detrás de los campeones Reales de Kansas City (973).
EL FACTOR CUBANO Los Bravos cifran muchas esperanzas en el desertor cubano Héctor Olivera, adquirido en un canje con los Dodgers en julio, a cambio del pitcher Alex Wood y del infielder venezolano José Peraza. Con 30 años, no impresionó mucho en su debut en las mayores al batear para .253, un par de jonrones y 11 impulsadas en 24 juegos.
Pero ha sido uno de los bateadores más destacados de la pretemporada. Primera base cuando estuvo en la isla y antesalista con los Dodgers, Olivera ahora es el jardinero izquierdo. La antesala ha quedado en manos de otro cubano Adonis García, quien bateó 10 jonrones en 58 juegos a partir de fines de julio.