Bonos navideños- Hubo empujones, patadas, improperios, y varias personas sufrieron desmayos, entre ellas mujeres embarazadas. Y también, cómo no, muchas quejas por los estrujones y maltratos de parte de los guardias que ponen siempre a “vigilar” esos repartos, que solo saben imponer el orden repartiendo palos a diestra y siniestra sin reparar en que solo se trata de infelices tras las limosnas que deja caer la caridad interesada de los políticos. Pero lo que mas impresionó al cronista, el corresponsal del periódico Hoy en San Francisco de Macoris Francisco Calderón Hernández, fue la trulla de “mujeres embarazadas, desgreñadas, tígueres, huelecemento, jóvenes y niños” que desde tempranas horas de la mañana empezaron a llegar a la cancha San Martín de Porres, en los alrededores del Palacio de Justicia, donde el alcalde municipal Félix Rodríguez Grullón, acusado por la Procuraduría General de la República de un desfalsco por mas de 400 millones de pesos, anunció la repartición de bonos navideños a los pobres. Tan grande fue la aglomeración de personas buscando “lo suyo” que el tránsito en los alrededores colapsó, afectando las labores de algunos negocios. Cuenta la crónica que el alcalde en persona, junto a su séquito, repartió mano a mano bonos de 500 pesos a cada pobre, siempre y cuando este tuviera la suerte de llegar a donde estaba la repartidera. El alcalde peledeísta, quien se mantiene al frente del ayuntamiento, administrando sus recursos, a pesar de las acusaciones que pesan en su contra, repartió –según se supo– mas de seis millones de pesos. Definitivamente, este es el paraíso del clientelismo, pero también de la impunidad. ¡Feliz Noche Buena!