Cabral y la entrega de Sylvain Salnave

Cabral y la entrega de Sylvain Salnave

La entrega del ex-presidente de Haití general Sylvain Salnave ocurrió en el 1870. Sucedió que el general Salnave fue derrocado de la presidencia de su nación, por el general Nissaget Saget. El depuesto mandatario se sintió perdido frente a sus contrarios y llegó a la frontera dominicana izando banderas blancas. Desde Jimaní se dirigió a las autoridades de Neyba pidiéndoles paso libre.

Eran los difíciles momentos de la cruenta Guerra de los Seis Años. Ocurría la sangrienta lucha entre los patriotas de José María Cabral y los anexionistas de Buenaventura Báez. El general Cabral le exigió a Salnave la entrega de las armas, a lo que no obtemperó el ex-presidente haitiano, quien con sus hombres se adentró en tierra dominicana y trató de abrirse paso frente a los hombres de Cabral, primero en Maniel Viejo, luego en El Bejucal y por último en Los Naranjos, donde los extranjeros fueron derrotados. El general Salnave fue detenido personalmente por el general Vidal Guiteaux (Vidal Chochó) quien en la recia porfía al arma blanca, resultó con graves heridas que le ocasionaron la muerte.

En el reñido combate de Los Naranjos murieron más de cien haitianos y cerca de cuarenta dominicanos, entre ellos el general ya mencionado Vidal Guiteaux (Chochó).

Salnave y sus hombres fueron entregados al general Lorencón Benjamín. Y el general cabralista Pedro Nolasco recibió en cambio cinco mil pesos. Los hombres entregados fueron fusilados en el camino de Puerto Príncipe.

Los cinco mil pesos que se recibieron fueron repartidos entre los soldados que participaron en las refriegas que permitieron la captura de Salnave y de sus hombres. Y la verdad sea dicha: Cabral aparece ante la Historia como el victimario de Salnave; pero resulta justo pregonar que para entregarlo no lo movió la codicia, ni la impiedad, y que tampoco una sola de esas monedas prostituyó la diestra que había manejado el sable justiciero que, como un titán irritado blandió en Santomé y en La Canela.

Existen algunas serias consideraciones que se imponen y que merecen ser mencionadas.

Tenemos como causa mayor, que la guerra que Cabral libraba en el Sur, era contra “el futuro mariscal español Buenaventura Báez Méndez”. Era una lucha contra Báez el anexionista impenitente. Además Báez era aliado de Salnave. Y su contrario el general Nissage Saget protegía la lucha que Cabral acaudillaba. Clío la musa de la Historia nos revela que fue don Pablo Pujols quien convenció a Cabral de que disgustar a Saget significaba quedarse sin los recursos que se recibían de allende la frontera, para mantener la guerra necesaria que a todas luces evitaba la anexión, que Báez urdía con Ulises S. Grant. Y ya nuestras loas para estos denodados y bravos combatientes de la Guerra de los Seis Años: Cabral, Pablo  Mamá, Lilís, Timoteo y Andrés Ogando. Andrés Ogando murió en la pelea de Rancho Mateo. Y el entonces coronel Lilís, recuperó el cadáver.

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