(3 de 3)
Milcíades H. Núñez Núñez
Como parte del Proyecto Genográfico (Genographic Project) de la Sociedad Geográfica Nacional (National Geographic Society) de Estados Unidos, liderado aquí por la Academia Dominicana de Historia, mil personas fueron seleccionadas y se les realizaron pruebas de ADN en toda República Dominicana.
La totalidad de las pruebas individuales fueron promediados y el resultado que se obtuvo evidencia la composición ancestral del dominicano promedio: el 39% de los ascendientes es de origen europeo, el 49% de origen africano y un 4% de origen indígena o nativo-americano. A nivel individual, se diría que de los 32 tatarabuelos que tiene cada persona, uno de ellos sería completamente taino o nativo americano, 16 serían africanos y 13 provendrían de Europa; el resto estaría conformado por personas de origen taino y asiático.
El lugar con mayor proporción de ancestros precolombinos fueron Jánico, con un 7.8%, lo cual duplica el promedio general. Esto podría confirmar que las zonas montañosas, donde se conservaron algunas tradiciones orales indígenas, fueron refugio de muchos sobrevivientes taínos.
Independientemente de los resultados de la composición de los ancestros dominicanos, el potencial de estas pruebas es bien amplio. Lo publicado hasta ahora es solo el inicio de muchos trabajos que se van a presentar en corto y mediano plazo por las distintas entidades y especialistas que participaron. Según se realicen otros estudios en regiones y grupos étnicos asociados, estos se complementarán y enriquecerán mutuamente.
Así mismo, dado que todas las muestras tomadas se han preservado, su futura manipulación permitirá que se descubran nuevos grupos y marcadores que nos darán nuevos datos acerca del ADN dominicano y su procedencia.
En distintas áreas se puede investigar y descubrir mucha información. Dentro de los datos interesantes en los que se seguirá profundizando están aquellos referidos a la presencia taína o nativo-americana. Se podrán comparar el grupo y subgrupo presente en nuestras tierras con los encontrados en Suramérica, Centroamérica y otras regiones del continente para con ello confirmar o determinar con certeza el verdadero origen de los tainos aborígenes en nuestras tierras a la llegada de los españoles.
Con relación a nuestros ancestros africanos, será posible identificar más datos sobre sus distintos orígenes. Por un lado, están los llegados a la parte este de la isla directamente desde África durante varios siglos, distintas migraciones desde Haití, primero de la colonia francesa de Saint Domingue y luego durante la ocupación de 1822 a 1844 hasta el presente. De otra parte, están las migraciones de libertos norteamericanos y de los arribados desde distintas islas del Caribe. Aunque la mayoría de los esclavos vino del este de África, las tribus y zonas de procedencia variaban, dependiendo de la época en que los transportaban, así como el origen del país que los comercializaba (Holanda, España, Portugal)
Dentro de los grupos caucásicos podremos confirmar la influencia de los canarios y de poblaciones de distintas regiones de Europa, así como indagar sobre la presencia judía, por ejemplo.
Sin lugar a dudas, las nuevas tecnologías y las pruebas de ADN son herramientas de mucha ayuda para indagar, confirmar o descartar datos sobre ascendientes. El estudio liderado por la Academia Dominicana de Historia así lo evidencia y representa un hito y un avance para nuestro país, al ofrecer datos mucho más precisos y detallados que los conocidos desde mediados del siglo pasado a partir de pruebas sanguíneas.
Instituto Dominicano de Genealogía