El próximo crash del petróleo podría ser definitivo y sería provocado por el auge de los carros eléctricos en el mundo.
El año pasado, por ejemplo, las ventas de coches eléctricos crecieron un 60% en todo el mundo a pesar del crudo ‘barato’, lo cual revela que la sociedad está cada vez más concienciada con la protección del medio ambiente y las marcas de coches ven en el coche eléctrico una oportunidad para aprovechar esta nueva demanda.
Según publica Bloomberg, esta combinación de factores desembocará en el próximo crash del petróleo, un crash que podría no tener una fase de recuperación.
En los próximos dos años, Tesla y Chevy tienen planeado vender coches eléctricos con una autonomía de unos 400 kilómetros, por unos 30.000 dólares el vehículo. Por otro lado, Volkswagen está invirtiendo miles de millones de dólares para crear un gran coche eléctrico; Nissan y BMW no se quedan atrás; pero es que Apple y Google también se han entrometido en el sector del automóvil para trabajar con los coches eléctricos. La competición por ver quién crea el mejor producto y la mejor relación calidad-precio ha comenzado, y esta competición puede ser el fin de la ‘gran era del petróleo’.
El año pasado el precio de las baterías cayó un 35%. Poco a poco los coches eléctricos serán muy asequibles sin subsidios. En los próximos seis años, el coche eléctrico se podrá vender al mismo precio que un coche de gasolina con las mismas características, según previsiones de Bloomberg New Energy Finance. Además, para el año 2040 los coches eléctricos costarán menos de 22.000 dólares, según las proyecciones de los investigadores de la agencia estadounidense. El 35% de los coches que se vendan en el mundo entero ese año serán ya coches eléctricos.
La demanda de crudo. Hoy el petróleo cotiza a un precio que es un 70% inferior al de mediados de 2014. Este crash del petróleo se ha producido sobre todo por la entrada de nuevos productores en el mercado (fracking en EEUU) que han provocado un exceso de oferta diaria de unos 2 millones de barriles. La congelación de la producción por parte de algunos países y el incremento paulatino de la demanda podrían tapar ese exceso de oferta y lanzar de nuevo los precios del petróleo. Pero, ¿qué pasaría se la demanda se redujese en dos millones de barriles al día? ¿Y esto sólo fuese el comienzo de una tendencia? Este será el gran problema para los productores de petróleo que aún no quieren ver la realidad. La OPEP aún trabaja con unos cuadros de previsiones en los que calcula que para 2040 sólo el 1% de los vehículos del mundo serán eléctricos. Por su parte, las previsiones de Exxon son muy parecidas. Pero nadie tiene una bola de cristal para saberlo.