Casas diminutas despiertan interés en EU en busca de libertad

Casas diminutas despiertan interés en EU en busca de libertad

Doug Immel terminó recientemente la casa de sus sueños a medida, sin escatimar gastos en detalles como pisos de madera de cerezo, techos estilo catedral y ventanas de cristal laminado -en tan sólo 15 metros cuadrados de espacio incluyendo un altillo.

La pequeña casa del maestro de escuela de 57 años de edad, cerca de Providence, Rhode Island, costó US$28.000 -la séptima parte del precio medio de las viviendas unifamiliares en su estado.

“Yo quería tener una ventaja frente a los caprichos de la carrera”, dijo Immel, ex tasador de bienes raíces. Una vivienda con carga financiera mínima “te da un poco de actitud”.

Él invierte el dinero que hubiese gastado en una hipoteca y en costos relacionados en un fondo mutuo, reduciendo a la mitad su horizonte de jubilación a 10 años y tal vez incluso tan pronto como tres. “Soy infinitamente más feliz”.

La reducción dramática está ganando interés entre los estadounidenses, impulsada por el aumento de las ventas de los planes y casas prefabricadas y el creciente público en los sitios web relacionados con el nicho.

A+E Networks Corp. trasmitirá a partir de hoy “Tiny House Nation”, una serie de FYI que “celebra el crecimiento del movimiento”.

El estilo de vida minimalista permite a las personas minimizar los gastos y obtener libertad económica, dijo el arquitecto Jay Shafer en Cotati, California, que fundó dos empresas de microconstrucción y diseño y es ampliamente acreditado con la popularización de la tendencia.

“Esto demuestra a la gente lo poco que algunos necesitan para ser felices, y cómo se puede vivir sencillamente si así lo desean”, dijo Shafer, de 49 años, que comparte una casa de 46 metros cuadrados con su esposa y sus dos hijos pequeños.

Sin hipotecas. A pesar de las ganancias en los mercados laborales y de vivienda, los estadounidenses que eligen casitas permanecen cautelosos de atarse a sí mismos a una hipoteca.

La gente quiere “un estilo de vida más modesto ahora”, dijo Derek Diedricksen, que viaja a nivel nacional para dirigir seminarios de construcción.

Aquellos que optan por estructuras súper pequeñas no quieren “perder su tiempo o ser esclavos de una casa que no utilizan plenamente”.

Bolsillos de efectivo. “Hay una falacia de opciones limitadas”, Diedricksen destacó, argumentando que la gente no necesita crédito estelar, billeteras llenas o incluso un trabajo a tiempo completo para tener una casa.

Su residencia funciona con una batería de automóvil y energía a partir de dos paneles solares.

Él embolsa el dinero suficiente para despilfarrar en pan artesanal y quesos gourmet en el mercado local. “Estoy ganando más de lo que gasto”, dijo.

Cuando Laura LaVoie comenzó a escribir y bloguear sobre el movimiento en 2010, “sólo había uno o dos blogs de pequeñas casas y ahora hay cientos”, dijo.

Mayor obstáculo. Hasta hace poco, el movimiento era tan a pequeña escala que voló bajo el radar de las autoridades locales, estatales y federales. La falta de parámetros legales podría ser el mayor obstáculo para el crecimiento, dijo LaVoie.

“La gente se siente intimidada por las zonas y la codificación”, dijo ella.

La demanda acumulada impulsará la legislación, dijo Matthew Campbell, co-fundador de Frontier Fortress, una empresa de casas pequeñas con sede en Wyoming. “Las leyes van a cambiar. Tendrán que cambiar”.

Immel, el maestro de escuela que terminó su casa a finales de 2013, dijo que no estaba seguro de si el estilo de vida le satisfaría a largo plazo. Él construyó la casa teniendo en mente su reventa, “por si acaso”.

 

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