UBALDO GUZMáN MOLINA
u.guzman@hoy.comd.do.
La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, consideró ayer que a la República Dominicana “le ha ido muy bien” desde el punto de vista económico ante un entorno internacional adverso.
Señaló que mientras América Latina se encuentra en una contracción y creció de manera negativa, el país terminará este año con un crecimiento excepcional de un 6.5% y pronosticó para el próximo año un 6.3%.
Al pronunciar un discurso en la apertura del VIII Foro Ministerial de Desarrollo Social de América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo”, al que asistieron el presidente Danilo Medina y la vicepresidenta Margarita Cedeño, Bárcena dijo que el país ha tomado decisiones muy profundas para lograr esos niveles de crecimiento económico.
Se preguntó qué hacer para que el país no retroceda o caiga en un empeoramiento económico. Agregó que ese empeoramiento está generando la disyuntiva de consolidación fiscal o ajuste fiscal, lo cual es muy preocupante.
Explicó que los avances obtenidos en América Latina entre 2002 y 2014, como la universalización de la educación primaria, aumento del porcentaje de jóvenes en la secundaria y oportunidades de trabajo decente, cayeron en el 2015, lo que provocó un crecimiento de siete millones de pobres.
Expresó que la región tiene 163 millones de jóvenes, de los cuales el 25% es pobres, mientras el 20% no está vinculado ni al estudio ni al trabajo.
Dijo que no se les puede llamar “ninis”, porque es una terminología injusta, porque la mayor parte son mujeres que no han podido vincularse al mercado de trabajo, debido a que se dedican al trabajo doméstico sin renumeración.
Criticó que 62 personas en el mundo poseen la riqueza de 3,500 millones de habitantes.
Afirmó que la revolución tecnológica ofrece nuevos paradigmas que están transformando la economía y la sociedad.
Consideró que la revolución tecnológica crea tensiones en los mercados laborales por temor al desplazamiento de trabajadores. Entiende que al Estado le corresponde la redistribución de la riqueza, no el mercado.