El comercio entre la República Dominicana y Haití está siendo afectado por una serie de obstáculos técnicos y barreras no arancelarias, según el estudio elaborado por Carribbean Export.
Entre esos obstáculos y barreras figuran, en el caso de las importaciones originarias de Haití, procedimientos burocráticos complejos y de larga duración para tramitación de licencias de importación en harina de maíz, copos y cereales de maíz, así como en importaciones de cubos de pollo utilizados para la elaboración de alimentos.
También las importaciones originarias de Haití son afectadas por desconocimiento y falta de publicidad de regulaciones sobre trámites de licencias en lo que respecta a artesanías y textiles, así como situaciones de hecho asociadas a administración de derechos de propiedad industrial para las importaciones en general.
Además, en el caso de las importaciones originarias de Haití se estarían aplicando normas de origen no acordes con procesos productivos haitianos, además de que las unidades policiales y militares actúan arbitrariamente en el caso de varios tipos de importaciones y en transporte.
Asimismo, el estudio señala que agentes económicos locales presionan para evitar importaciones originarias de Haití. Distribuidores potenciales no muestran interés en adquirir productos originarios de Haití.
En el caso de importaciones originarias en República Dominicana, existe incertidumbre asociada al hecho de que las autoridades haitianas consideren que la harina dominicana tiene un componente cancerígeno mortal (bromato de potasio en cantidades inusualmente altas) para el consumo humano.
El estudio revela que existe una gestión incierta, discrecional y arbitraria en los pasos fronterizos binacionales.
Los exportadores dominicanos entrevistados en el sector alimenticio consideran que se han incrementado los niveles de incertidumbre sobre la naturaleza de imposición de tributos y cargas.
También se producen medidas de presión por sindicatos haitianos del trasporte de carga por carretera e inseguridad en el tránsito transfronterizo.
Revela que las importaciones originarias en República Dominicana son perjudicadas por un seguro obligatorio por daños a terceros de transportistas para el tránsito en territorio haitiano, con efectos equivalentes a una sobretasa.
De igual forma, existe cobertura limitada y desconocimiento de canales institucionales de reclamación de siniestros y restricciones cuantitativas a las importaciones.
Además, hay prohibiciones de importación por la existencia de Ceratitis Capitata o mosca de la fruta en el caso de frutas y vegetales, en particular limón, aguacate, café, plátano, melón, naranja, toronja, mango, manzana, tomate, granada, lechosa, zapote, carambola y buen pan.
Otro de los problemas es la falta de institucionalidad o debilidad institucional, principalmente en el caso de Haití, y en el caso de la República Dominicana las denuncias hechas por los exportadores haitianos sobre prácticas arbitrarias en la administración del intercambio fronterizo son un factor fundamental de inseguridad jurídica para los negocios.
Los cambios políticos y procesos sociales en Haití, igualmente han afectado procesos de negociación y concertación. Además, se necesita una moderna infraestructura aduanera.