Desde hace aproximadamente 50 años, la agricultura ha sido invadida con agroquímicos, justo en el tiempo que más tipos de cánceres se han registrado en todo el mundo. Esta es la razón por la que medio temerosa, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alega que el glifosato es “probablemente cancerígeno para los humanos”.
La OMS todavía no le atribuye directamente las propiedades mortíferas, pero ya se ha probado en animales que desarrollan algún tipo de cáncer al entrar en contacto con el producto.
Dos tribunales norteamericanos han condenado a la empresa Monsanto y a su socia la Bayer, de Alemania, por acusaciones de personas que han sufrido cáncer por haber entrado en contacto durante mucho tiempo con el producto.
El Glifosato es una fórmula química “infosfonometilglicina”, que se traduce en un herbicida de amplio espectro, desarrollado para la eliminación de las hierbas. El producto Roundupes el más conocido, pero existen cientos de nombres de productos que lo contienen.
En nuestro país es de gran uso entre los campesinos, aparece con varias nominaciones que compiten entre sí pese a pertenecer al mismo fabricante, pero contrario España, que ha identificado unas cien ofertas del producto, no tenemos la identificación de los nombres con que se comercializa el químico y es usado para controlar la maleza. Ya no se usa la coa, el machete ni los instrumentos de labranzas con los que se trabajaba en los campos.
Se sabe que el producto forma parte del paquete de contaminantes que afecta al planeta. El químico, después de “quemar” la hierba, destruye parte de la vida de la tierra, como son los escarabajos, las lombrices de tierra, las hormigas, fertilizadores y polinizadores naturales.
La marca más conocida y de la que veíamos muchísimos letreros en las carreteras es Roundup, cuya publicidad ha sido eliminada porque ese nombre es el que sale en los medios electrónicos cuando se trata el tema.
Los daños del “Glifosato” no solo afectan la salud del que lo usa, trasciende a la vida en los ríos, porque desde la tierra se filtra y contamina las aguas, mata las formas de vida en el agua.
Los fabricantes saben hace años de estos daños, pero no han sido capaces de por lo menos alertar a los consumidores, razón por la cual existen once mil seiscientas (11,600) demandas de personas que han contraído cáncer, porque el químico contamina también los alimentos que se cultivan tras su uso.
Entre los herbicidas, los plaguicidas y otros químicos utilizados para acelerar los procesos de producción de los agro alimentos, podría estar la razón del porque el cáncer afecta a tantas personas en el mundo.
Como principio de precaución, las autoridades deben asumir una postura responsable frente a las evidencias, que además implican serias pruebas de los abogados que han defendido a tres de los que han ganado el pleito a la Monsanto en los tribunales, donde muestran que la multinacional, además de ocultar y no advertir a los usuarios, utilizó el soborno para legalizar la venta del producto.
Los usuarios del herbicida en nuestro país no tienen la protección jurídica ni la misma suerte que los ciudadanos de Estados Unidos, donde la Justicia funciona y hay consecuencias.
En California la Justicia emitió uno de los fallos favorables como es el caso reciente a favor de Edwin Hardeman, que obliga a la Bayer a pagar 289 millones de dólares y tras una negociación el monto fue reducido a 78 millones. ¡Cuándo en casa!
El uso del Glifosato ya ha sido prohibido en varios países como Italia, Portugal y en la ciudad de Vancouver, Canadá.