MIGUEL RAMÓN BONA RIVERA
El 31 de enero de 1905, murió José Reyes. Se conmemora hoy el centenario de la muerte de este insigne patriota, destacado música y compositor, autor de las notas gloriosas de nuestro Himno Nacional. El Instituto Duartiano ha dispuesto la celebración de diversos actos que se llevarán a cabo hoy, en recordación de José Reyes. José Rufino Reyes y Siancas, nació en la ciudad de Santo Domingo, el 15 de noviembre de 1835, hijo de los esposos don Rafael Reyes y doña María Merced y Siancas.
Ocho años cumplidos apenas tenía José Reyes, cuando en 1844 se proclamó la independencia y el genio de Duarte alumbró la nueva República; y ya para el 1855, cuando aún no cumplía los veinte años, José Reyes había ingresado al ejército libertador que luchaba contra las invasiones haitianos en la llamada tercera campaña.
Juan Bautista Alfonseca, director de la primera banda de música que tuvo el ejército, fue su maestro y lo orientó en el conocimiento del pentagrama musical, aunque José Reyes era un verdadero autodidacta. Aprendió a tocar varios instrumentos, pero su preferido fue siempre el violoncelo.
Compositor emotivo, en 1882 creó el tema épico de un himno al que Emilio Prud»Homme le puso letras a principios de 1883. El 16 de agosto de ese mismo año, en el transcurso de un acto lírico celebrado en la logia La Esperanza fue interpretado por primera vez el himno de José Reyes y Emilio Prud»Homme.
Seis meses más tarde, en un acto celebrado en el teatro «La República» con motivo de la llegada al país de los restos de Juan Pablo Duarte y depositados en la Capilla de los Inmortales el 27 de febrero de 1884, fue tocado y cantado el himno por segunda vez.
En febrero de 1885 se tocó en público por tercera vez, en un concierto en la plaza de la catedral, interpretado por la banda militar.
Ya para el cincuentenario de la República, el himno de José Reyes y Emilio Prud»Homme había alcanzado bastante popularidad, y en 1897 el mismo era interpretado en la inauguración del ferrocarril Santiago-Puerto Plata. Por esa misma época se produjo un movimiento congresional tendiente a oficializar dicho canto patriótico como himno nacional, pero aparentemente el mismo no contó con el beneplácito de Lilis.
Y así, en el amanecer del 31 de enero al 1ro. de febrero de 1905, se extinguió la noble vida del maestro José Reyes, sin que llegara a ver oficializado el himno por él creado.
Su fallecimiento constituyó un verdadero duelo público. Una multitud acompañó al séquito fúnebre, y al descender el féretro a la tumba, se oyeron las palabras emocionadas de don Federico Henríquez y Carvajal:
«Otro bueno ha caído en el abismo insondable de la muerte. Más éste no es de los que mueren también en la frágil y tornaliza memoria de los vivos. Este es de los que sobreviven en sus obras».
«Es José Reyes!. Es el inspirado, el insigne autor del Himno Nacional Dominicano».
«El sacó del fondo de su alma, llena de armonías, llena de ritmos épicos, en la hora feliz y al conjuro de su inspiración patriótica, esas viriles notas -que ahora mismo poblaban el ambiente y aún vibran en las ondas del espacio- en las cuales palpita el alma dominicana».
«Su nombre no morirá».
«Su nombre ilustre queda vinculado a los marciales acordes de su himno. Cuando en el rodar de los tiempos, en lo futuro, inquieran los niños y los adolescentes de otras generaciones, quien fue el mortal glorioso que así acertó a interpretar, en ese mismo, el patriotismo de sus conciudadanos, oirán sin duda, en todos los labios el nombre esclarecido del maestro José Reyes. Su nombre ilustre no morirá».
Algunos años más tarde, poco antes de la ocupación americana, en el Congreso Nacional cursó otro proyecto para oficializar el himno de José Reyes y Emilio Prud»Homme, pero inexplicablemente el mismo no llegó a conocerse, y murió traspapelado en alguna gaveta.
Finalmente el 3 de mayo de 1934, noventa años después de nuestra independencia, el dictador Trujillo envió un mensaje al Congreso Nacional proponiéndole la oficialización del Himno de Reyes y Prud»Homme.
He aquí la histórica misiva:
San cristóbal, R.D.
3 de mayo de 1934
Señor
Presidente del Senado
Santo Domingo, R.D.
Señor Presidente:
«El pueblo dominicano ha consagrado desde hace muchos años como Himno Nacional el que en el año 1883 compuso el maestro José Reyes con letra del poeta Emilio Prud»Homme.
«A ese reconocimiento popular se ha unido el uso tradicional que se ha hecho de ese hermoso canto para solemnizar todos los actos oficiales; adopción tácita que ha sido corroborada por diversas disposiciones gubernamentales, aunque no ha intervenido la declaración formal de su reconocimiento como himno patrio.
«Para otorgarle definitivamente el reconocimiento que ya le ha impartido la tradición a ese canto, arraigado en el lema del pueblo y vinculado a las más solemnes manifestaciones de su vida pública, tengo la honra de proponer al Congreso Nacional, el proyecto de ley que acompaña este mensaje, por el cual se declara himno oficial de la República el de Reyes y Prud»Homme.
Dios, Patria y Libertad
Rafael Leonidas Trujillo
Presidente de la República
Y así, la ley No.700 promulgada por Trujillo el 30 de mayo de 1934, consagró como himno oficial de la República Dominicana, el canto patriótico compuesto por José Reyes con letra de Emilio Prud»Homme.