BRUSELAS, AFP. Tras la victoria en Grecia del partido de izquierda radical y antiausteridad Syriza, la Unión Europea debería rápidamente intentar alcanzar un compromiso con el futuro primer ministro griego, Alexis Tsipras, y recordarle la necesidad de negociar para evitar un bloqueo de Alemania y el riesgo de salir de la zona euro.
La reunión de ministros de Finanzas de la Eurozona el lunes en Bruselas para abordar el programa de ayuda financiera, del que se beneficia Atenas, servirá para enviar los primeros signos de una eventual voluntad de diálogo.
Poco antes, los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, mantendrán una reunión de trabajo. Aunque la amplia victoria de Syriza sorprende, no toma por sorpresa a los socios de Grecia. «No podremos evitar una renegociación ¡de la deuda¿, la cuestión será qué abordará: plazos, montos, ambos», confió el domingo a la AFP una fuente europea en Bruselas. «Respecto a los montos, será más difícil».
La posición de Alemania será determinante. La victoria de Tsipras «mina la política actual organizada en base a los principios alemanes», subrayó el domingo Julian Rappold, del Instituto Alemán de Política Extranjera. «El camino presentado por ¡la jefa del gobierno alemán Angela¿ Merkel como única alternativa podría ponerse en entredicho».
Los socios de Grecia están dispuestos a otorgar el tiempo necesario al nuevo gobierno antes de poder negociar serenamente su plan de ayuda, aseguró el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin.
En este sentido, una prolongación de seis meses del programa actual, que ya se extendió en diciembre hasta finales de febrero, podría representar una primera respuesta a Alexis Tsipras, indicó una fuente europea.
Pero el tiempo corre para el líder antiausteridad. Según Sapin, la importancia reside en saber hasta cuándo Grecia puede aguantar en términos de tesorería. «¿Será Grecia capaz, a finales de marzo, de pagarle a sus funcionarios?», se preguntó el ministro francés, que cree que la cuestión todavía no está resuelta.