Ni los juegos de pretemporada, ni las estadísticas que dichos compromisos generan, cuentan.
Pero es aceptable entusiasmarse de vez en cuando, al ver a Pedro Álvarez volarse la cerca en su primer turno de la primavera o desafiar un ajuste defensivo con un sencillo al día siguiente, por ejemplo.
El dominicano, quien se había visto entorpecido en su transición a la primera base debido a dolores en el codo derecho, ya ha vuelto a la acción de la Liga de Toronja, donde luce como una de las mayores interrogantes en la Liga Nacional de cara al 2015.
De hecho, varios jugadores de los Bucaneros – Álvarez, los también dominicanos Starling Marte y Gregory Polanco y, posiblemente, el coreano Jung Ho Kang – encajan en dicha descripción. Pero también existe la posibilidad de que todos produzcan para darle a Pittsburgh una ofensiva letal, para los estándares de la Nacional, aun ante la partida del receptor Russell Martin.
Dada la manera en que arrancaron el año pasado, cuesta creer que los Piratas terminaron en el cuarto lugar del Viejo Circuito en carreras anotadas y en el tercer lugar en OPS (porcentaje de embasarse más slugging) colectivo.
Es difícil de creer porque en los primeros dos meses de la campaña del 2014, los Piratas promediaron apenas 3.76 carreras por partido y el pobrecito de Andrew McCutchen, sin protección en el lineup, casi no veía lanzamientos viables.
Polanco fue convocado desde Triple-A a mediados de junio porque el equipo en verdad necesitaba de sus servicios, pero da miedo depender de un novato. Salvo una racha deslumbrante de 10 días al principio, Polanco no logró despegar como ligamayorista. Otros muchachos – Josh Harrison, Marte, Neil Walker, Martin y Travis Snider, quien también se marchó durante el invierno – produjeron lo suficiente en la segunda mitad para conducir a los Piratas a la postemporada por segunda campaña consecutiva. Se trataba de un club a quien nadie quería enfrentarse en octubre, pero que al final se vio frustrado por la magia de los Gigantes.
Más allá de Harrison brindando estabilidad como primer bate y Walker aportando consistentemente como intermedista, los Piratas han demostrado el potencial necesario para hacer insignificante la partida de Martin. Álvarez representa la mayor incógnita, porque hemos visto de lo que es capaz de Grandes Ligas (encabezó el Viejo Circuito con 36 jonrones en el 2013), pero a la vez sabemos hasta qué punto decayó su ofensiva el año pasado. Su slugging disminuyó y perdió su rol como antesalista titular.
Con Corey Hart, Kang y Andrew Lambo, los Piratas tienen opciones en caso de que Álvarez no dé la talla en la primera base. Pero estarían en mejor posición si los números que ha registrado el quisqueyano en lo que va de la pretemporada se mantuvieran al mismo nivel a partir de abril. Sabemos que dichos números no tienen significado alguno, pero batear por la banda contraria como lo ha hecho Álvarez – en otras palabras, el saber reconocer cuándo y dónde se deben aprovechar las rectas en la esquina del plato – es el tipo de habilidad que llama la atención de escuchas durante esta época del año.