San Juan. EFE. Miles de personas convocadas por asociaciones médicas se manifestaron ayer por las calles de San Juan para protestar por el trato desigual que el Gobierno federal da en salud a Puerto Rico, territorio que recibe un porcentaje muy inferior al resto de EE.UU. para los planes sanitarios públicos.
Los manifestantes quisieron llamar así la atención del Congreso en Washington por la reducción desde 2011 por parte de las autoridades estadounidenses de la aportación federal a los programas de salud pública en Puerto Rico. La secretaria de Salud de Puerto Rico, Ana Ríus, se unió a la manifestación que recorrió las principales arterias de San Juan y dijo que los recortes federales los terminarán por sufrir los sectores más desfavorecidos de la sociedad, en especial los ancianos. En Puerto Rico más de 2 millones de personas se benefician de los programas sanitarios públicos federales -Medicare, Medicare Advantage y Medicaid-, aunque se recibe un porcentaje de fondos para cada paciente inferior al del resto de EE.UU.