POR LUIS M. CARDENAS
Murió ayer a los 95 años de edad en San Francisco de Macorís la escritora Hilma Contreras, galardonada con el Premio Nacional de Literatura. La señorita Contreras falleció en el Centro Médico doctor Ovalles, donde estaba siendo tratada por bronquitis.
El deceso de la ganadora del Premio de Literatura 2002 que auspician la Fundación Corripio y la Secretaría de Cultura se produjo a la 1:30 de la tarde, en el Centro Médico donde había sido ingresada el pasado martes 10.
Su cadáver será expuesto a las 2:00 de la tarde en el salón de actos del ayuntamiento local, donde se montará una guardia de honor, para posteriormente llevarlo a la catedral Santa Ana y luego al cementerio Las Mercedes, donde será sepultada junto a su abuelo, el general restaurador Manuel Maria Castillo y el general independentista Manuel Castillo Álvarez.
La enfermera Margarita María Pichardo informó que la escritora había evolucionado satisfactoriamente de la bronquitis y los médicos estaban contemplando darle de alta en las próximas horas.
Dijo que ayer a la 1:20 de la tarde hizo una crisis respiratoria y 10 minutos después falleció
El vocero de la familia, doctor Luís Báez del Rosario, dijo que con la desaparición de la señorita Contreras, Macorís y el país pierden una excelente escritora, de sanos sentimientos y una parienta de trato exquisito.
«Irma nos daba demostraciones de cariño a cada instante por lo que su muerte nos afecta sensiblemente», dijo Báez del Rosario.
Revelo que las placas, reconocimientos, antigüedades, cuadros y obras de arte, serán donadas por la familia al Museo Histórico de la Universidad Católica Nordestana.
Los restos de Hilma Contreras fueron expuestos en la funeraria municipal, por donde desfilaron personalidades locales y nacionales, entre ellas el doctor Marino Vinicio Castillo, quien lamentó el deceso de la escritora.
Trascendió que los gastos de medicina y manutención corrió por la cuenta que le dejó su hermana, Rosa Julia, debido a que la Secretaria de Cultura se comprometió a aportar una suma de dinero mensual, compromiso que no cumplió.
Era la última sobreviviente de los cinco hijos que procreo el matrimonio: César, Darío, Rosa Julia y Moisés.
BIOGRAFIA
Hilma Contreras nació en San Francisco de Macorís el 8 de diciembre de 1913. Narradora, ensayista y educadora. Hija del reputado médico doctor Darío Contreras y Juana Castillo.
La escritora fue alfabetizada en París, ciudad donde residió su padre entre 1914 y 1920 mientras se especializaba en cirugía.
De regreso al país, en 1920, ingresa al colegio de señoritas Ercilia Pepín, en Santiago de los Caballeros, a cursar la educación primaria, pero en 1925 sus padres se trasladan nuevamente a Francia donde completa la educación secundaria y se matricula en La Sorbona diplomándose en Estudios de Francés Avanzado.
En 1932 se inscribió en el Instituto Arqueológico de París, el que abandona en 1933 para retornar a San Francisco de Macorís. Allí vive de 1933 hasta 1942 y desarrolla sus actividades intelectuales y laborales entre San Francisco de Macorís, Santiago de los Caballeros y Santo Domingo, donde estableció su residencia en 1942.
En 1949 se gradúa de licenciada en filosofía en la Universidad de Santo Domingo, fue secretaria de Primera Clase y Traductora de la Misión Francesa en República Dominicana de 1946 a 1962.
En 1963, luego de la muerte de su padre, permanece tres años en Francia, pero en 1966 se reintegra a sus labores diplomáticas en la embajada de Francia hasta 1975. Desde entonces vivió en su pueblo natal, distanciada de los círculos literarios y escribiendo en silencio.
El inicio de su carrera literaria se inicia en 1937 cuando Juan Bosch le publicó los cuentos «Tarde de cristal» y «Los buenos se van» en el periódico Listín Diario. Tres años después publica una serie de relatos en el diario La Información, a los que siguen otros en periódicos.
En 1953 publicó su primera colección de cuentos titulada Cuatro cuentos y una década después El ojo de Dios: cuentos de la clandestinidad. Veinticinco años después (1986) dio a la publicidad su primera y única novela, La tierra está bramando y en 1987 su tercer volumen de relatos, Entre dos silencios.
Algunos de sus textos narrativos, especialmente el relato «La espera» han sido incluidos en antologías literarias nacionales y extranjeras tales como El cuento en Santo Domingo, de Sócrates Nolasco; Combatidas, combativas y combatientes, de Daisy Cocco De Filippis; Antología del cuento dominicano, de Diógenes Céspedes y Dos siglos de literatura dominicana, de José Alcántara Almánzar.
Colaboró con los periódicos HOY, Listín Diario y El Caribe.
Pese a su limitada producción, su prosa sencilla, testimonial, y ocasionalmente poética, la sitúa entre las narradoras dominicanas contemporáneas más importantes. En el 2002 recibió el Premio Nacional de Literatura, convirtiéndose en la primera mujer reconocida con dicho galardón.
Entre las instituciones que han reivindicado su trtabajo se encuentran los Centros de Investigación para, la Acción Femenina y de Solidaridad para la Mujer.
Hilma Contreras fue seleccionada por la Fundación Corripio en el 2002 como ganadora del Premio Nacional de Literatura, como reconocimiento a su labor literaria y su contribución a las letras nacionales.