Reportaje en la Unidad de Diálisis del Hospital Padre Billini, donde acuden muchos pacientes a realizarse diálisis y a la vez están espera de donantes. En Foto: Rosa Sánchez, enfermera responsable de área, José Miguel Peña, paciente que tiene tres años asistiendo periódicamente al centro , Joven Michel Candelario, viene en Yamasá desde hace doce años asiste a dializarse Sr. Julio Pimentel, desde Sabana de la Mar, Sr. Otoniel Reyes , Sr. Fernando Paulino, desde Nizao ,Wilkin Pérez, tiene ocho años dializándose y por lo que tuvo trasladarse a vivir a la capital. Hoy/ Arlenis Castillo /28/06/18.
Casi todos los pacientes que se dializan en la unidad de diálisis del hospital Padre Billini, en Santo Domingo, tienen entre tres y 13 años atados a una máquina que limpia su sangre, su esperanza es poder llegar a un trasplante de órgano.
Sin embargo, los pacientes entrevistados por periodistas de HOY desde sus máquinas de diálisis, aseguran que no les queda otra alternativa que morir, porque el país no tiene cultura de donación y no ven que haya diligencias encaminadas a materializar una nueva cultura.
Solo el hospital Padre Billini tiene 224 pacientes en diálisis en tres turnos, pero existe un alto subregistro de la enfermedad.
Entre los pacientes que se dializan ya se ha creado conciencia sobre la necesidad de pasar de la diálisis al trasplante, pero la mayoría de ellos se sienten atrapados por una cultura que no asume la necesidad y un Estado que no ha hecho suficiente esfuerzo por hacer cumplir la ley de trasplante de órganos.
El vía crucis. José Miguel Peña, vive en Herrera, municipio Santo Domingo Oeste, va tres días a la semana a dializarse al Padre Billini, lleva tres años en este tratamiento y sueña con un trasplante de riñón, sabe que esa es la solución a su problema.
Michel Candelario, vive en Yamasá, tiene 28 años de edad, de esos, 12 los lleva dializándose, tiene la esperanza de que las autoridades puedan hacer llegar el mensaje a la gente de que aprendan a donar sus órganos.
Desde su lecho, Julio Pimentel, quien viene tres veces a la semana de Sabana de la Mar, asegura que lleva seis años en diálisis, sabe que los nefrólogos recomiendan que una persona no tarde más de un año en ese proceso, lo ideal es pasar al trasplante. Espera que las familias hagan conciencia de no llevarse los órganos a la sepultura.
Otoniel Jeremías Reyes, reside en Santo Domingo, tiene 65 años y lleva dos años en diálisis, está en lista de espera para un trasplante, pero las dificultades son múltiples.
De su lado, Fernando Paulino Valdez, quien vive en Nizao, lleva años en diálisis, tiene tres hijos que le han ofrecido donar sus riñones, pero no han tomado la decisión, aún así, sabe que el trasplante es su salida.
Wilkin Pérez, tiene ocho años en diálisis y espera la oportunidad de poder realizarse un trasplante renal, también coincide en que los obstáculos son muchos.
Los pacientes de esta unidad tienen disponibilidad de 49 máquinas de diálisis, limpian su sangre en tres turnos repartidos de 7:00 de la mañana a 12:00 del mediodía, y de las 4:00 de la tarde hasta las 9:00 de la noche, dijo la enfermera Rosa Sánchez, encargada en su área de la unidad.
Mantener un paciente en diálisis cuesta al año RD$1.3 millones, mientras que llevarlo a un trasplante no sobrepasa los RD$800 mil y el paciente resuelve el problema.
Esta semana, la presidenta de la Sociedad Dominicana de Nefrología pidió que se avance en materia de donación y que haya una vigilancia activa por parte de la sociedad de pacientes. Se trata de un grave problema que registra alta mortalidad en el país.