El país tiene serias deficiencias en la formación de los sicólogos y siquiatras infantojuveniles, que deberían trabajar con el maltrato y abuso a la niñez y la adolescencia, admitieron ayer la ministra de Salud Pública y el director de Salud Mental, doctores Altagracia Guzmán Marcelino y Ángel Almánzar.
Alrededor de 500 sicólogos tiene el sistema de salud público, pero la mayoría está en centros en donde no se necesitan, o no están preparados profesionalmente para los problemas de abuso infantil u otros problemas que tiene la comunidad, asegura Almánzar.
Los profesionales que no tienen aval no deberían ejercer, pero se hace un esfuerzo para regularizar la situación, ubicarlos donde sean necesarios y capacitarlos en áreas de alta necesidad.
El país tiene una gran cantidad de sicólogos; solo la universidad del Estado forma más de 7,000 profesionales cada cuatro años; es un número elevado, pero muchísimos no están capacitados en áreas que se requieren. “La deficiencia y mala distribución de personal ha primado en el sistema, ahora es que se está haciendo la distribución”, asegura Almánzar. No deben estar en los grandes hospitales, solo los que se necesitan.
Se preparan. Sin embargo, para comenzar a cubrir las necesidades y demandas en torno al abuso infantil, en el hospital Robert Reid Cabral comenzará próximamente la primera jornada de siquiatría infantojuvenil, en la cual se especializarán dos siquiatras dominicanos.
Se trata de una deuda acumulada que deberá ser enfrentada desde el modelo de salud y sus unidades de atención primaria, en donde trabaja el médico, la enfermera, el sicólogo y el promotor de la salud, indicó Guzmán Marcelino. Esa unidad tiene de 500 a 800 familias, las cuales poseen sus fichas y ahí deberán ser detectados todos los casos de abuso infantil. El sicólogo estuvo marginado por décadas en el sistema de salud, asegura Guzmán Marcelino, pero llegó la hora de hacer las intervenciones antes que el niño tenga que llegar a un hospital de alta complejidad.
Salud Mental. En tres semanas se abrirá la primera unidad de salud mental para tratar los problemas de niños, niñas y adolescentes; esto marca un hito en el país, dijo Almánzar.