Tres especialistas describen los patrones de la sexualidad en RD

Tres especialistas describen los patrones de la sexualidad en RD

La cultura sexual de la sociedad dominicana se caracteriza por cinco elementos: la demonización de la sexualidad, la construcción de lo heterosexual, la misoginia, el desconocimiento o desprecio a las relaciones afectivas, la desigualdad de género y las contradicciones sobre el derecho a la sexualidad de adolescentes.

Esos elementos fueron expuestos por Fernando de la Rosa, encargado de Educación de Profamilia, para describir los patrones que definen al ser dominicano en el contexto de cómo vive su sexualidad.

Al plantear el tema de la demonización de la sexualidad De la Rosa expresó que el sexo, de ninguna manera, debe asociarse a comportamientos pecaminosos y negativos, sino todo lo contrario, porque los seres humanos son sexuados.

Con relación a la heterosexualidad dijo que esa inclinación o preferencia es muy promovida en Latinoamérica, y que de alguna manera se obliga a las personas a actuar en función de ese parámetro permitido por las sociedades.

“Si de alguna manera nos obligan desde que nacemos a comportarnos en función de unos parámetros que están muy establecidos, con unas normas, unos roles que tenemos que cumplir y no debemos alejarlos de nuestros comportamientos cotidianos, lo que revela una heterosexualidad compulsiva.

“Si yo padezco o me influye un temperamento heterosexual compulsivo todo mi entorno y toda la sociedad debe girar sobre mis necesidades”.

De la Rosa, quien ofreció las declaraciones en el Almuezo del Grupo de comunicaciones Corripio, destacó, con relación a la misoginia, que está presente en la sociedad dominicana aunque no necesariamente se trate de odio hacia las mujeres, sino más bien del control sobre ellas.

El hombre, afirma, piensa que su sexualidad está por encima de la mujer y que esta le tiene que satisfacer sus necesidades sexuales. “Y este elemento hay que observarlo porque tiene un impacto en el desarrollo de nuestra sexualidad”.

El terapeuta sexual explicó además el desprecio a las relaciones afectivas incide negativamente en las relaciones sexuales.

“Por lo general se valora como un comportamiento inaceptable en la vida de los varones y que debe ser controlado. Por eso se les impide la expresión manifiesta, creadora, libre, porque representaría una debilidad inaceptable frente a lo que la cultura establece como comportamiento del hombre”, destacó.

Con relación a la desigualdad de género expresó que no parece ser un elemento que se esté tomando en consideración en la formulación de políticas públicas, en el desarrollo y diseño de programas educativos.

De la Rosa explicó, sobre los derechos a la sexualidad entre los adolescentes, que se ve como un planteamiento de sectores que pretenden disolver la familia tradicional, sistemas y formas de vida establecidas desde hace siglos.

“En estos componentes relativos a vivir la sexualidad solamente en los aspectos biológicos, de ignorar las relaciones afectivas en el sexo y tener una posición de inequidad, no se reconoce que es un derecho humano básico en el contexto pleno del erotismo y del placer”, refirió en el encuentro.

Mujeres en desventaja. El psiquiatra Rafael García, director del Instituto de Sexualidad Humana de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), explicó en el encuentro que las mujeres son las más penalizadas en cuento a los problemas sexuales y al abuso sexual.

En este país 37% de las mujeres han sido abusadas, y son cifras que están ligeramente por encima a los parámetros de la Organización Mundial de la Salud.

Esa afirmación se desprende de investigaciones que se han realizado en ese centro, que tiene 31 años de existencia.

“El abuso sexual es una de las cosas que la educación tiene que romper, porque 41% de los abusos los cometen miembros de la familia, un 27% amigos y conocidos, el 17% por los vecinos, y un 9% por extraños.

“De los familiares, los primos son los más peligrosos, y en menor proporción padrastros o padres, de manera que el incesto sigue siendo un problema importante en la sociedad dominicana”, refirió García.

De acuerdo con sus declaraciones, el 43% de las mujeres tiene algún problema sexual, y en ese sentido las patologías vinculadas a la sexualidad que más afectan a las mujeres son la falta de deseo y la anorgasmia.

Sobre el particular expresó que, contrario a lo que se cree, una de cada tres mujeres no tiene interés por el sexo en la República Dominicana.

En cuanto a la anorgasmia, dijo que los terapeutas sexuales no sabemos cuándo una mujer finge o no los orgasmos, y en ese contexto la mayor preocupación de ellos es la falta de educación con relación a ese tema.

“Porque mientras los hombres tienen píldoras que mejoran la erección, no tenemos nada para las mujeres. Las píldoras que se han hecho para las mujeres son un fracaso, y lo único que pensamos que va a cambiar ese panorama terrible de que el 43% de las mujeres tiene algún problema sexual es la educación.

García consideró que las razones que provocan que una mujer no responda a los estímulos sexuales es que los hombres, por lo general, entienden que ellas reaccionan de la misma forma que ellos, que al sentir deseo de inmediato se excitan.

Sin embargo, las mujeres responden de manera diferente, necesita acercamiento, afecto, comprensión, tenerlo cerca, las mujeres requieren cercanía.

“Y si hay esa cercanía la mujer lo disfruta, entonces podría excitarse y sentir deseos. El deseo, que es primario en el hombre, es lo último que logra la mujer”.

Respecto a los problemas sexuales que padecen los hombres dijo que “los hallazgos demuestran que el problema más común es la eyaculación precoz, y el segundo la disfunción eréctil.

“Ahora bien, en esta cultura lo más importante es la penetración, pero solo una de cada tres mujeres tiene orgasmo con penetración; eso quiere decir que a la mujer hay que satisfacerla por otras vías, por otras rutas, por otros métodos…todo esto es importante para el mantenimiento de la relación de pareja”.

Cambios relación hombre-mujer. Esta terapeuta sexual considera que mientras se promovió que la mujer debía cambiar, empoderarse y desarrollarse en términos socioeconómicos, se perdió de vista que al hombre también había que educarlo en términos emocionales.

“Hace muchos años alguien me planteó qué hombre se va a casar con esa mujer liberal que tú estás proponiendo, y yo le dije tendrán que cambiar.

“Claro, yo era muy joven, pensé que dando charlas y yendo a la televisión el hombre iba a cambiar; mea culpa, reconozco que el grave error de nosotras fue olvidarnos que había que cambiar al hombre”.

Se dio la liberación femenina, pero no se ha dado la masculina en términos emocionales, y aunque se han cambiado muchas actitudes machistas ningún hombre soporta una mujer que gane más que él, que sea famosa, todo eso le choca emocionalmente.

“Creámolos o no, eso incide en los trastornos del deseo, en las infidelidades, porque cada vez es más difícil ser hombre en este siglo”. Y cuando se vincula esa situación con la violencia intrafamiliar lo que se da es una lucha por el control, y cuando no la puede controlar entonces la mata, refirió la experta.

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