El presidente francés, Emmanuel Macron, quiso dar este viernes la imagen de que las preocupaciones de la sociedad civil estarán en el centro de la cumbre del G7 de Biarritz con una sucesión de reuniones con ONG ecologistas o defensoras de derechos, sindicatos y empresas con sensibilidad social. Esos encuentros durante todo el día en el Palacio del Elíseo fueron el colofón de los preparativos de una cumbre que se inicia el sábado y que, en palabras del jefe de la diplomacia francesa, Jean-Yves Le Drian, muestran la voluntad de Macron de darle un enfoque “inclusivo y marcado por la renovación y la apertura».
El presidente francés se comprometió a llevar a debate con los otros líderes de los siete países más industrializados algunas de las principales demandas que le trasladaron los responsables de las asociaciones que participaron en esta cita. Por ejemplo, una iniciativa lanzada hace menos de un año por Reporteros Sin Fronteras (RSF) para crear un marco en el universo digital que ofrezca “garantías democráticas para la información y la libertad de expresión”, según explicó su secretario general, Christophe Deloire.
Macron someterá igualmente a sus huéspedes de la cumbre de Biarritz una carta en defensa de la biodiversidad en la que han trabajado los ministros del ramo de los países miembros, que promueve la acción contra la extinción de especies.