Para el año 1982 el Teatro Nacional luce consolidado, las experiencias acumuladas desde su creación en 1973 han sido un gran aporte artístico cultural a la sociedad dominicana, pero es un reto permanente. En enero de 1983 la soprano Ivonne Haza es nombrada directora.
Un espacio significativo se abre a las charlas, conferencias y cursos de apreciación musical a cargo de don Julio Ravelo, quien desde años atrás había venido impartiendo. Muy significativas fueron las numerosas funciones los fines de semana en los jardines del teatro, a los que asistían de manera gratuita gran cantidad de niños y jóvenes.
En 1983, el Teatro Nacional celebró su X Aniversario, con el maravilloso espectáculo “Antología de la Zarzuela”, bajo la dirección de José Tamayo y en la que participó el gran tenor español Pedro Lavirgen, y el ballet español “Antología”. Luego fueron presentados el Ballet Nacional de Cuba, junto a Alicia Alonso, el “Teatro Negro de Praga” y la Orquesta Filarmónica de Caracas. En la Sala Ravelo, Franklyn Domínguez estrena su obra “Que buena amiga es mi suegra”, y en la Sala de la Cultura disfrutamos de una exquisita “Noche de Poetas Dominicanos”. El Ballet Clásico Nacional se une a la celebración con su “Función de Gala” compuesta de dos ballets “Juegos, Fantasías y Secuencias en Sol Menor” de Juan Fidel Mieses y la “Suite del ballet Carmen”, coreografía de Carlos Veitía.
Los espectáculos de gran nivel continúan en el 1984, con la presentación de la Orquesta de Cámara de Polonia, el ballet ruso “Beriozka” y el Ballet de Washington. La actuación del guitarrista y poeta argentino Atahualpa Yupanki fue otro momento importante.
Las relaciones con las embajadas acreditadas en el país, fueron otro aporte significativo en la programación del Teatro Nacional. En 1985 se presentaron “Danza y Música de Japón”, las “Estrellas del Ballet Bolshoi” el “Ballet Folklórico de México”, el “Coro Nacional de España” y el gran guitarrista flamenco Paco de Lucía.
Durante este período los artistas dominicanos fueron protagonistas de varios espectáculos, como la zarzuela “El Cafetal”, de Ernesto Lecuona. El año 1987 es muy importante para la música. Se inician las Temporadas Sinfónicas, dirigidas por el maestro Carlos Piantini. Ese mismo año el Taller de Danza Moderna de Eduardo Villanueva presentó “Cuatro Temas en Movimiento” con el acompañamiento de la Sinfónica Nacional. Regresa el Ballet Nacional de Cuba. En el mes de junio se llevó a escena la obra “Destinos”, del profesor Manuel Miniño, bajo la dirección de Bienvenido Miranda, y en la Sala Ravelo la compañía Alta Escena celebró su XIII aniversario con la obra “Los Soles Truncos”, de René Márquez
En septiembre de 1987, regresa la Señora Aida Bonelly de Díaz a dirigir el Teatro Nacional. Su objetivo principal era consolidar el trabajo realizado en años anteriores y procurar que los espectáculos tuvieran la calidad y altura necesaria para ser presentados en la institución.
Los espectáculos populares de calidad son muy frecuentes en este período, como “Bailando”, de Guillermo Cordero, y los ofrecidos por los famosos artistas Raphael, Pablo Milanés, Danny Rivera, Rocío Jurado, Paloma San Basilio y otros, con igual carga de atracción.
Excelentes agrupaciones y solistas pasan por el escenario del teatro en 1988, entre ellos el Ballet Estatal de Polonia, Ballet Folklórico de Jerusalén, Ballet de Estonia y Norma Leandro. La Temporada Sinfónica, bajo la dirección de Carlos Piantini, presentó ese año “Carminaboné”, enlazando los nombres de Carmina Burana, de Carl Orff, y el Trono de Abomé, de Antonio Braga, participaron el Coro Nacional, el Coro del Ayuntamiento, el Ballet Santo Domingo y el Taller de Danza Moderna. Grandes artistas dominicanos impresionaron al público, Michel Camilo en el “Festival Jazz Latino”, Maridalia Hernández en su concierto “Una”, y el espectáculo “Cien Años de Bolero”.
En 1989 fueron presentados, grandes espectáculos, como el Teatro Negro de Praga, las Estrellas del Ballet Soviético, la Orquesta de Música Tradicional China, el Teatro Acrobático de Taipei, y el gran pianista Frank Fernández. Es digno de señalarse el donativo al teatro de un moderno equipo de sonido, por la sede diplomática del Gobierno de Japón. Un espectáculo maravilloso fue “Danza Japonesa Tradicional- Escuela Shigayama”. Para conmemorar el 16 aniversario del teatro, la Orquesta Sinfónica Nacional estrena “Sinfonía Merengue”, compuesta por el maestro José Antonio Molina.
En la Sala Ravelo se estrena la obra “Refugio para Cobardes”, de Arturo Rodríguez, dirigida por Enrique Chao y “Las Prostitutas os precederán en el Reino de los Cielos”, de José Martín Descalzo, dirigida por Germana Quintana.
Se iniciaba una nueva década 1990, el 10 de agosto es nombrada directora del Teatro Sylvia Troncoso de Ramos, quien encuentra un teatro consolidado. El género teatral seguía en ascenso, las temporadas de Teatro en la Sala Ravelo, se extienden al recibir el apoyo de la compañía Shell.
En el mes de marzo 1991, la Temporada de Teatro inicia con la obra “Plaza Suite” del dramaturgo norteamericano Neil Simons, bajo el nombre de “Luna sobre el Jaragua”, versión de Federico Pellerano, dirigida por Bienvenido Miranda. La temporada continúa con las obras “La Puerta del Angel”, de José López Rubio, dirección de Alberto Ruiz. Franklyn Domínguez estrena y dirige su obra “Juego de Ajedrez”. Germana Quintana presenta “Mea Culpa”, obra de su autoría.
En la Sala Principal, Giovanny Cruz dirige el estreno de su obra “Amanda”, protagonizada por Anniksa Sierra. En la Sala Ravelo, Arturo Rodríguez Fernández presenta su obra “Hoy no toca la Pianista Gorda”, dirigida por Danilo Taveras.
En este año 1991, se inicia la Temporada de Música de Cámara. Las charlas, conferencias y cursos continúan en la Sala de la Cultura, impartidos por don Julio Ravelo y por el profesor y compositor italiano Antonio Braga. En abril de ese año el Ballet Clásico Nacional celebró su X aniversario con una función en la que se estrenó el ballet “Triada” de Miriam Bello, y el “Pájaro de Fuego” en una adaptación de Irmgard Despradel. Participaron como invitados bailarines del Ballet San Juan de Puerto Rico.
En el mes de septiembre -1991- Elvira Taveras protagoniza en la Sala Ravelo el monólogo de Roberto Athayde “La Señorita Margarita”, bajo la dirección de Danilo Taveras.
Inicia el año 1992. Maricusa Ornes lleva a escena la obra “La Casa de Bernarda Alba”, de Federico García Lorca. La atractiva puesta en escena convierte el escenario de la Sala Principal en una especie de teatro arena, donde el público, formando un semicírculo, se convierte en elemento activo, cercano. La actriz puertorriqueña Mercedes Sicardo encarna a Bernarda Alba.
La Temporada de Teatro de ese año -1992- en la Sala Ravelo, tuvo la particularidad de que todas las obras presentadas fueron de autores dominicanos. Inició con la “Criolla”, de la autoría de Mélida Delgado Vda. Pantaleón, dirigida por Bienvenido Miranda.
Franklyn Domínguez, treinta dos años después de su estreno, presentó su emblemática obra “Espigas Maduras”, que hoy como ayer sigue teniendo vigencia. Es la búsqueda interminable del hombre, de su libertad física y espiritual. Iván García, protagonista, se convierte en el eslabón entre el pasado y el presente.
El dramaturgo Giovanny Cruz lleva a la Sala Principal su obra “La Virgen de los Narcisos”, protagonizada por Milagros Martínez.
El “Ballet de Cali”, fundado y dirigido por la profesora Gloria Castro, presentó “Barrio Ballet”, del coreógrafo cubano Gustavo Herrera, cuyo argumento es la historia de la “salsa”…