El 14 de julio del 2002 murió uno de los líderes políticos más influyentes de la historia nacional, Joaquín Balaguer Ricardo, quien, entre muchos títulos, ostenta el de ser la persona que ha presidido el Gobierno dominicano por más ocasiones; seis veces presidente constitucional y una vez presidente provisional, sin contar su paso por la vicepresidencia.

Joaquín Balaguer pasó a la historia como uno de los más cercanos colaboradores políticos del dictador, Rafael Leonidas Trujillo Molina, y por ser quien gobernó el país en el periodo de transición de la dictadura a la democracia en la nación.

Gobernó la República Dominicana por más de 20 años, 24 específicamente, en los periodos de 1960-1962, 1966-1968 y 1986-1996, siendo el más recordado de todos su segundo mandato constitucional conocido como «Los 12 años de Balaguer», por ser este en el que más irregularidades y abusos de poder se denunciaron.

Influencia de los Estados Unidos

Esto fue posible debido a la gran influencia del Gobierno de los Estados Unidos de la época que ofrecieron su apoyo en un primer momento a Balaguer, con el fin de que en la República Dominicana no se instalara un Estado comunista y/o izquierdista. Poco después, fue el propio gobierno norteamericano que -prácticamente- lo obligó a respetar la transición a la democracia con la celebración de elecciones.

Balaguer fue una de las principales figuras políticas en la década del 1960 y en las siguientes, inclusive hasta principios del año 2000, próximo a su muerte, cuando era visto como un referente político y un líder del que era mejor contar con su apoyo, junto a hombres como los también líderes políticos Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez y en una última etapa Leonel Fernández, a quien muchos califican como uno de sus «Imitadores» en algunos aspectos políticos.

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Su estrategia

Como presidente de la República, Joaquín Balaguer Ricardo es considerado como el más dedicado a la construcción de infraestructuras sociales que, a grandes rasgos, llevaron al país hacia el desarrollo y la modernidad o al menos significaron los primeros pasos hacia ese objetivo.

Sin embargo, el detalle que muchos no advirtieron en ese momento, era cómo y por qué se hizo esto posible. Los gobiernos de Balaguer tuvieron características comunes, la reducción del gasto público, para incrementar los ahorros del Estado y así convertirlos en fondos para la inversión pública que centralizaba en su figura con la construcción de obras a nivel nacional.

Reconocido por la construcción de viviendas, carreteras, caminos, puentes, entre otras obras en todo el país, y por tener una red de contratistas leales a él. De ahí nace la famosa frase en la que daba cuenta de que «la corrupción se detenía en la puerta de su despacho».

Sus obras de gobierno

Dentro de las infraestructuras más significativas construidas por Balaguer se cuentan el Faro a Colón, que también reconstruyó, el sector Puerto Isabela o mejor conocido como el Hoyo de Chulín, el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, el Parque Acuario de Santo Domingo, las presas de Jiguey-Aguacate, el Acueducto Cibao Central y Valdesia, El Palacio de Justicia y el Palacio de los Deportes de la provincia Santiago, la Plaza de la Salud, la Catedral de la provincia La Vega; inauguró la emblemática Basílica de Higüey, aunque su construcción empezó muchos años antes.

También fueron obras de Balaguer el Teleférico de Puerto Plata, el Parque Mirador Norte, el Teatro Regional del Cibao y un sinnúmero de proyectos de vivienda distribuidos por todo el territorio nacional, entre otras.

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Balaguer y los comicios

La vida política del expresidente no estuvo exenta de acusaciones como las de fraudes cometidos, presuntamente en los comicios de 1966, 1990 y 1994. Para las elecciones del 1996 decidió apoyar al candidato rival del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Leonel Fernández, y para el 2000, a la edad de 94 años, con múltiples dificultades de salud, ciego y casi inválido, se lanzó a la presidencia logrando quedar en un tercer lugar. Esta sería la novena y última vez que participaría en unas elecciones.

Balaguer es recordado por ser -en el ámbito político partidista- un oportunista que recurrió en múltiples ocasiones a ignominiosas y nefandas triquiñuelas en contra de sus adversarios; dos de los rivales que más sufrieron las consecuencias de estas acciones fueron Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez.

¿Sus víctimas?

Joaquín Balaguer Ricardo heredó muchas de las estrategias del régimen trujillista -al que perteneció y apoyo abiertamente durante mucho tiempo-, una de ellas fue la represión que desató contra sus detractores durante los doce años en los que gobernó continuamente a la República Dominicana, periodo al que muchos le atribuyen el mote de «Dictadura».

Aún hoy en día, a 20 años de la muerte del presidente Balaguer, hay víctimas que esperan justicia por los crímenes cometidos en su contra. Entre ellas se pueden contar al revolucionario y fundador del Movimiento 1J4, Francisco Caamaño Deñó; el periodista y catedrático Orlando Martínez, declarado opositor del régimen; Maximiliano Gómez (padre del dirigente político del PRM, Guido Gómez), asesinado en Bruselas luego de ser exiliado por el Gobierno.

También, Orlando Mazara, miembro fundador del Movimiento 1J4, asiduo detractor de los remanentes de la dictadura. Amín Abel Hasbún, joven promesa de la sociedad dominicana, dirigente estudiantil y defensor de la democracia; la dirigente campesina Florinda Soriano (Mamá Tingó), entre muchos más hombres y mujeres valiosos para la sociedad. Sus muertes y desapariciones se le atribuyen al régimen de los 12 años de Joaquín Balaguer.

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Su muerte

Joaquín Balaguer murió la madrugada del 14 para el 15 de julio de 2002, tras 10 días hospitalizado por una úlcera sangrante. El doctor Luis Rojas daba cuenta que a las 4:30 de la mañana el expresidente murió a raíz de una insuficiencia cardiaca mientras dormía plácidamente.

Balaguer murió rodeado de misticismo y misterio, en parte por las respuestas que quedaron pendientes para explicar qué pasó con sus detractores. Murió casi como gobernó, con atribuciones de parte del pueblo dominicano dignas de un ser sobrenatural y casi todopoderoso. Con historias y leyendas posteriores a su fallecimiento y mitos que aún en la actualidad se repiten como forma de entretener a los más jóvenes.

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