Las acciones estadounidenses pueden estar «a punto de iniciar el mayor mercado bajista desde la Gran Depresión», según el fundador y director general de BullAndBearProfits.com, Jon Wolfenbarger, estratega de Allianz durante dos décadas.
Wolfenbarger cree que el sentimiento excesivamente alcista, la debilidad económica, los niveles excesivos de deuda y las herramientas políticas limitadas son ingredientes clave para una caída del mercado peor que la observada entre 2008 y 2009.
Precisa, el techo alcanzado por el S&P 500 hace unas semanas podía haber sido el comienzo.
El estratega, además, se permite hacer una admonición: «Empecé a mirar la historia y vi que el mercado tardó 25 años en volver al pico de 1929, y yo no tengo 25 años», dijo Wolfenbarger, que tiene poco más de 50 años. «Cualquier inversión puede bajar entre el 50% y el 90% y puede permanecer abajo durante décadas, al menos entre 10 y 20 años».
Paralelismos.
En su reciente libro El fin del arcoíris: el crash de 1929, el historiador estadounidense Maury Klein identifica cuatro factores que desembocaron en el crash que pueden apreciarse hoy en día y que recoge Markets Insider.
En primer lugar, el elevado y repentino número de nuevas cotizaciones. «Las nuevas cotizaciones en la Bolsa de Nueva York pasaron de 58 millones de acciones en 1925 a 102 millones en 1928».
El segundo factor que se menciona es la proliferación de inversores inexpertos buscando adentrarse en las entrañas de la especulación.
Los préstamos de los corredores de bolsa, que se situaban en casi 3,700 millones de dólares en marzo de 1928, alcanzaron el récord de 4,560 millones de dólares el 6 de junio. En 2021, apuntan en MI, los corredores de bolsa están volviendo a repartir niveles récord de deuda a los operadores.
El cuarto y último antecedente fue una política expansiva de la Reserva Federal similar a la actual.