En su pasado discurso, el presidente de la República, Luis Abinader, resaltó el rescate de una cifra récord de obras deportivas a nivel nacional.
Mucha gente quizás pasó eso inadvertido, pero tiene un gran valor. Resulta que las obras que más se ven son las de la Capital y algunas ciudades grandes, mientras que en algunos pueblos la gente no tenía nada. El ministro de Deportes, Francisco Camacho, prometió que eso cambiaría y ha cumplido.
Entre aplausos, Abinader informó en ese discurso, que un total de 456 instalaciones deportivas fueron reacondicionadas el pasado año, lo que representó un incremento de un 52 % con relación a pasadas administraciones.
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Eso indica que a muchos deportistas de todo el país se les arregló o se le construyó una instalación. Pero hay más: El presidente dijo que se construyen 16 proyectos en el sector deporte que beneficiarán a provincias, comunidades y municipios de todo el territorio nacional.
Todo eso que anunció Abinader ha sido bien planificado por los técnicos del ministerio de Deportes que dirige Camacho. Es cierto que faltan más obras por arreglar, y construir otras, pero se ha comenzado bien.
La gente no se imagina la alegría que sienten los jóvenes de un pueblo cuando le construyen o le arreglan una obra deportiva.
Y algo relevante: No han sido obras suntuosas, sino pegueñas, pero gran utilidad para la juventud.