Cientos de niños y adolescentes de 27 sectores de Villa Mella, en Santo Domingo Norte, quedarían fuera de las aulas el próximo año debido a la falta de espacios, como consecuencia de la paralización de varios planteles, algunos con cinco años, y la falta de ampliación de otros.

La advertencia es del Bloque de Junta de Vecinos, quien reclama la ampliación de la escuela básica Cruz Grande, que cuenta con unos terrenos en la parte trasera comprados por la comunidad hace más de ocho años.

Alisinio González Reyes, secretario general de la Junta de Vecinos La Esperanza de Ceuta, informó que los predios fueron adquiridos por la comunidad por casi medio millón de pesos pero, a pesar del esfuerzo, las autoridades no han correspondidos con la ampliación de la edificación atestada de estudiantes.

Aunque la escuela está en la modalidad de tanda extendida, no cuenta siquiera con un comedor para la merienda, ni agua potable.

Otro de los planteles que espera Ceuta y sectores aledaños es el Liceo Emiliano Tardif, que lleva cinco años paralizado sin ninguna explicación de las autoridades.

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Esa obra apenas tiene un muro y zapata, pero fue paralizado sin que la comunidad reciba informaciones sobre los motivos, mientras cientos de adolescentes deambulan por las calles en busca de aulas para seguir sus estudios secundarios.

Deplora que los alumnos que debieron estar en ese liceo hayan tenido que estudiar en Prepara, una modalidad los fines de semanas que es para adultos, no para menores.

Mientras otros estudian en un local alquilado desde hace diez años, mientras que otra cantidad lo hace en la edificación de la escuela básica La Javilla, sin las condiciones esenciales para el proceso de enseñanza aprendizaje.

A esos planteles acuden estudiantes de más de 27 sectores como Ceuta, El Paso, Colina I, II, El Edén, Micón, Riovisa, Cruz Grande y Juliana Martínez.

Lo dejaron fuera

Una porción de terrenos que pertenecen a la Escuela Profesor Juan Bosch pretenden ser vendidos nuevamente, por lo que el Ministerio de Educación tiene que intervenir para impedirlo. Ya la comunidad detuvo la intención tras la junta de vecinos presentar los documentos que indican que el inmueble pertenece al plantel, aunque fue dejado fuera por los constructores.