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Tras agentes de la Policía Nacional realizar un recorrido por diversos sectores en los que ordenaron el retiro de las piscinas colocadas en las calles y aceras, ciudadanos se quejaron por la orden.
Moradores consultados por medios de comunicación señalaron que hicieron incluso recolectas para poder comprar el agua de sus piscinas.
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“Fueron dos mil que yo di por ese camión de agua y yo no lo voy a vaciar. Eso no está en la calle, es un abuso”, dijo una de las lugareñas.
“Yo me levanté a las tres de las mañanas para llenar esa piscinas, jalando agua”, expresó otra ciudadana.
La medida ha encontrado el repudio de los ciudadanos que deciden no salir al interior del país y optan por quedarse en la capital para reducir gastos y compartir en familia.
