Franklin Mirabal 
Franklin Mirabal
Alberto Rodríguez debe sentirse muy contento por su formidable labor en el Instituto Nacional de Educación Física Escolar.
¿Razón 1?
Siendo tan joven, el presidente Luis Abinader confió en él, y hasta ahora, le ha cumplido bien.
¿Razón 2?
Alberto ha podido unir a muchos deportistas de alto nivel y los tiene dando charlas en las escuelas de todo el país.
Eso genera un impacto muy positivo porque los atletas exitosos motivan a los jóvenes.
Otro tema relevante es la forma impecable como se ha encargado de reparar las canchas de la mayoría de las escuelas.
Las pinta, las arregla y les lleva utilería.
El deporte recreativo ha sido impulsado por el Inefi y merece aplausos.
Sin ánimos de menospreciar a los anteriores directores de Inefi, nunca como ahora se había sentido un movimiento tan eficiente y rápido.
Se calcula una entrega de más de 7,000 piezas de utilerías deportivas en todo el país.
Reparación de múltiples canchas en Samaná, La Altagracia, Barahona, Peravia, San José de Ocoa, María Trinidad Sánchez y Santiago Rodríguez, entre otros.
Todo esto con un presupuesto limitado.
Visto así, se resalta la eficiente labor de Alberto.
Digo sin temor a equivocarme, que Alberto cambió el Inefi.
