El Panteón que podemos visitar en la ciudad de Roma, Italia, no es la edificación original. El primer panteón fue destruido por un fuego en el año 80 aC, y un segundo construido también tuvo el mismo final. El que llega hasta nuestros tiempos data del año 126 aC.
La cúpula del panteón romano es considerada una maravilla de la ingeniería antigua, siendo la más grande del mundo sin refuerzos de estructuras de soporte. Tiene en el tope un óculo, una abertura de 6 metros de ancho, la que distribuye la fuerza de la gran cúpula, según explicación de los arquitectos.
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El Panteón romano ha sido el modelo para el de París, ordenado a construir por Luis XV, el de la Universidad de Virginia, EUA, durante la presidencia de Thomas Jefferson y la cúpula del Capitolio en Washington.
Un estudio publicado en 2014 reveló que el ingrediente clave para que muchas construcciones romanas antiguas aún se conserven, es la mezcla utilizada de piedra caliza y ceniza volcánica utilizada en el mortero. Esta combinación provocó que se formara un mineral duradero llamado esträtlingita”, lo que impidió la propagación de grietas microscópicas.
El famoso pintor, Rafael, está enterrado en el panteón. También allí fueron enterrados Vittorio Emanuele II y Umberto I, reyes de Italia; el compositor Angelo Corelli; y el también artista Annibele Caracci.
“Panteón” proviene del griego para referirse a un templo dedicado a todos los dioses. En el año 609 dC, el emperador Focas lo cedió al Papa Bonifacio IV, quien lo convirtió en iglesia católica con el nombre de Iglesia Santa María de los Mártires.