Secretario general Sociedad Dominicana Psiquiatría dice caso Génesis Lugo pareciera sufría de depresión mayor
Alerta incremento de la depresión que es segunda causa discapacidad laboral detrás enfermedades cardiovasculares
Santo Domingo,- El secretario general de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría dijo que en el caso de la médico militar Ana García, quien decapitó a su hija de seis años, pareciera que está padeciendo de un trastorno psicótico, a tal punto que ha trascendido a los medios de comunicación que había sido diagnosticada con un trastorno esquizofrénico.
El médico psiquiatra Víctor Figueroa dijo que, si se confirma esa versión, es probable que la filicidio no se estuviera medicando, a lo que se agrega un componente religioso importante.
Figueroa agregó que otra hipótesis que se puede plantear es que la señora Ana García también padece de algún delirio religioso que ante un mandato, es decir una alucinación auditiva, cometió el hecho que ha consternado a la sociedad dominicana.
Entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa D´AGENDA que cada domingo se difunde por Telesistema Canal 11 y TV Quisqueya para los Estados Unidos, el profesional de la salud mental dijo que ese es un caso, que por suerte, no es lo más común, y por eso acapara tanto la principalía en los medios de comunicación y, en tal sentido, llamó a no incurrir en el amarillismo a la hora de difundir hechos de esa naturaleza.
El facultativo dijo que caso como ese han sucedido en otras partes del mundo, como en Estados Unidos donde en el 2001 Andrea yate de Texas tuvo un delirio, parecido al de la doctora Ana García, ahogó a sus cinco hijos en una bañera, y otra señora en el 2004 degolló a su hijo de diez años y cuando revisaron su historial padecía de un trastorno bipolar, y había salido recientemente de un episodio psicótico que es una desconexión de la realidad, que anteriormente se le llamaba locura.
“Y cuando vemos los videos de esta doctora, estamos viendo una conducta muy desorganizada, que se ve hasta apática ante el hecho sucedido y, evidentemente, hasta que se demuestre lo contrario, yo considero que es un trastorno esquizofrénico, o un trastorno psicótico agudo evidente, pero son los psiquiatras forenses bajo las directrices de la Procuraduría General de la República que tienen a su cargo ese trabajo, los que nos darán luces verdaderamente de qué está presentando esta señora en materia de salud mental”, explicó el galeno.
Agregó que, “pudiera ser que esta persona estaba teniendo un trastorno delirante, y los pacientes que tienen esta característica, que son falsas ideas de lo que está ocurriendo en el entorno, puede aparentar como una persona funcional”.
“Fíjese que el delirio de esta persona aparentemente iba más por el tema religioso, fuera de allí pareciera que estaba más funcional, claro, habría que entrevistar a familiares y colegas militares cercanos para determinar si vieron o notaron algún cambio que llamara la atención, y que conllevara una atención a tiempo para esa señora”, sostuvo el doctor Figueroa.
Indicó que, también, pudo haber pasado un estresor agudo muy fuerte que provocara ese quiebre total con la realidad y la llevara a cometer el hecho.
“No solamente es que se geste en el tiempo, también necesitamos en algunas ocasiones algo que impacte, que nos termine de desconectar totalmente de la realidad, que cuando ella vuelve dice, y qué ocurrió aquí. Vuelvo y repito son inferencias, ya la experticia psiquiátrico-forense nos pudiera explicar mucho mejor lo que ocurrió en ese cerebro”, insistió.
Sugirió que esa persona, independientemente de que esté en prisión, ya debe tener la ayuda de profesionales de la salud mental, porque si se demostró que es una paciente, hay que seguirla medicando, y si no está medicada hay que evaluarla para medicarla.
“Independientemente de que siga todo su proceso legal, que al final los jueces dictarán si en verdad es una persona que tiene una discapacidad mental ,o no la tiene”, aclaró.
Secretario general Sociedad Dominicana Psiquiatría dice quien se suicida no quiere morir sino dejar de sufrir
El doctor Víctor Figueroa quien es secretario general de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría dijo que el caso de la señora Génesis Lugo, quien se lanzó con su niña del cuarto piso de un edificio en Santo Domingo Norte, hecho en el cual las dos perdieron la vida, padecía de una depresión mayor.
Figueroa precisó que muchas personas que se suicidan no quieren morir sino finalizar el sufrimiento, a la vez que aclaró que de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, en el mundo se suicida una persona cada 40 segundo.
“En el caso de la joven Génesis que se lanza tristemente con su hija al vacío, pareciera que allí había un trastorno depresivo mayor, por todo el comportamiento que se describe previo, más el hecho final, es lo que pareciera ser”, insistió el profesional de la salud mental.
“Y el suicidio es la conclusión, lamentable, de una situación mental en el cual, la persona, muchas veces, no quiere morir, sino dejar de sufrir, quizás ante la culpa de esta niña haber sido abusada, pudiera haber sido un factor predisponente a este lamentable suceso”, aclaró el facultativo.
El doctor Figueroa insistió que lo que está haciendo son inferencias porque se necesita una evaluación y un expertiz de un médico, y psicólogos que evalúen la paciente y den un diagnóstico definitivo.
Con respecto al caso de Lourdes Penélope Pérez la madre que le cortó el cuero cabelludo a su hija de 7 años, el psiquiatra explicó que ahí parece haber un tema relacionado con el control de los impulsos, y es un caso más sociocultural, relacionado con el castigo que aplican los padres a los hijos para “corregirlos”, porque la señora dijo que “se le fue las manos”.
No obstante, dijo que se requiere hacerle una evaluación a la señora Lourdes en lo atinente al control de los impulsos o si hay algún trastorno o rasgos de personalidad que la hagan vulnerable a cometer este tipo de hecho.
Dice el país necesita 800 psiquiatras y en la Sociedad de Psiquiatría solo cuenta con 286 médicos de esa especialidad
La República Dominicana tiene un déficit de alrededor de 500 profesionales de la salud mental, ya que para una población que super los diez millones de habitantes requiere entre 700 a 800 psiquiatras, y la sociedad que los agrupas solo cuenta con 286 miembros, dijo el doctor Víctor Figueroa.
“En la actualidad somo 286 psiquiatras en la Sociedad Dominicana de Psiquiatría, y ya desde administraciones pasadas ha habido cambio en cómo se aborda la salud mental en el país, pero todavía hay un trecho largo por recorrer, fíjese que somos aproximadamente diez millones de personas, y estamos hablando que ante una población así necesitaríamos entre 700 a 800 médicos de esa especialidad”, detalló el galeno.
Aclaró que no es solamente tener es el número que se necesita, sino saber cómo se van a distribuir esos profesionales, porque muchos médicos de cualquier especialidad tienen resistencia a ir a pueblos lejanos o fronterizos, no solo por un tema económico, pues también se requiere saber qué le ofrece esas comunidad en su crecimiento como familia.
“Es una realidad que no solo la vive la República Dominicana, sino también muchos países del continente, en el país contamos con 17 unidades de intervención en crisis, en las cuales cuando se detecta un paciente con trastorno mental agudo se hospitaliza, se estabiliza y se da de alta, pero a esas redes todavía les falta las viviendas tuteladas y ampliar aún más hasta que se llegue a las comunidades ese recibimiento y compasión de cómo trabajar con el paciente de salud mental desde dicha comunidad”, puntualizó.
El doctor Figueroa Justificó el cierre del hospital conocido como el 28 o manicomio, para expandir la psiquiatría y la salud mental a los hospitales y que la gente no tenga el estigma que se tenía antes.
“hay personas que están en desacuerdo en que se haya cerrado el 28, pero definitivamente es un gran avance ya que quitamos un almacén de pacientes con trastornos mentales, porque se planteaba que primero había que ampliar la red y luego cerrarlo, pero el hecho es que tenerlo no daba ningún tipo de garantía”, explicó.
Definió al 28 o manicomio como un modelo trujillista de salud mental, que apenas tiene ocho años que cambió, pero falta mayor inversión y seguir trabajando para que el tema de salud mental no sean tendencias cuando haya desgracias como las que ha vivido en país en las últimas semanas, sino que sea algo constante.