Las cardiopatías congénitas son los defectos más comunes al nacer y se agrupan muchos tipos desde agujeros en el corazón, válvulas con defectos de obstrucción o insuficiencia por errores en su formación.
Esas enfermedades se tratan en la niñez y la adolescencia, pero requieren de un especialista y pediatra que hagan la transición de la etapa infantil a la adolescencia misma.
Asimismo, segmentos no formados que generan ventrículos únicos, vasos sanguíneos que conectan el corazón con el resto del cuerpo muy pequeños u obstruidos, entre otros.
Así lo analizaron los doctores César José Herrera y Mónica Rosario, cardiólogos del Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT). Muchas de estas alteraciones son tratadas en la niñez lo que permite una evolución a la edad adulta con estabilidad en mayor o menor proporción, explican.
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Las lesiones que fueron leves en la niñez tienen claramente una mejor expectativa tras ser reparadas a diferencia de los defectos moderados y severos que requieren a menudo más procedimientos y presentan complicaciones a lo largo de la vida.
Situaciones
Los dos cardiólogos aseguran que por estas razones estos pacientes están sometidos a una carga de ausencia escolar, laboral, y a limitaciones en la procreación.
Pacientes vulnerables
Muchos otros factores colocan estos pacientes en condiciones especiales o particulares, dentro de estos se pueden citar: mayor riesgo de infecciones, sobre todo cardiacas, posibilidad de mal funcionamiento de su corazón por encima de la población general.
Limitaciones para procrear una familia en casos moderados y severos, sobre todo estos últimos, ya que en algunas situaciones está contraindicado el embarazo, aseguran Herrera y Rosario. Ambos participaron en la XVIII Jornada Juan Manuel Taveras Rodríguez que se celebró la semana pasada en Santo Domingo.
Los profesionales aseguran que el manejo de la ansiedad por las posibilidades de que sus hijos puedan tener un defecto similar al de los padres y otros trastornos psicológicos como la depresión.
Buena noticia
Ha habido avances en las últimas décadas respecto a un grupo de pacientes que previamente estaba destinado a fallecer en la niñez o adolescencia, aseguran.
Cada día hay mayor conocimiento y mejores técnicas para realizar operaciones y cateterismos, se reparan algunas lesiones y así se extiende y mejora la calidad de vida. Señalan que ha habido mejoría de técnicas de imagen para la detección y mejor estudio de los defectos y sus complicaciones. Ha surgido una rama de la cardiología que trata en forma integral a los que nacieron con un defecto cardiaco.